¿Cuantas veces no empezamos una tarea, cambio o gestión por que solo ver lo que hay que hacer se nos hace un mundo?
En la colaboración de hoy Carmen Dufol, nos da unas cuantas pistas sobre el tema.
Gracias Carmen, tomaremos nota.

 

Si alguien te pidiera que te comieras un elefante, ¿qué harías? Seguramente ni lo intentarías, porque es imposible, ¿no?

Este ejemplo es una exageración, pero si te paras a pensarlo y lo extrapolas a tu día a día, te das cuenta de que esta mentalidad se repite en diferentes ámbitos con más frecuencia de la que pensamos, y muchas veces, quizás la mayoría, de manera inconsciente (por desgracia, hoy en día, poner consciencia en las cosas, no está muy de moda).

Quiero prepararme para hacer una carrera de 10 km. Empiezo el primer día intentando 10 km; después del primer km, ya saco los higadillos por la boca… pues nada, como no puedo, desisto…

Quiero ir al gimnasio 3 veces por semana… Lo mismo.

Pasa algo parecido con las dietas y regímenes… tengo que perder 10 Kilos… uf, qué difícil… paso.

Nos paralizamos por la magnitud de los objetivos. Eso no quiere decir que tengan que ser pequeños, sólo que hay que desmenuzarlos para que sean alcanzables y mantengamos la motivación.

 

Piensa en grande, actúa en pequeño 

Cuando te encuentres ante un objetivo que te parezca “tan grande como un elefante” te sugiero lo siguiente: divide las cosas en sus partes más pequeñas… hoy voy a correr 1 km, voy a ir este martes de 7 a 8 al gimnasio, entre semana, voy a eliminar de mi dieta los hidratos de carbono para cenar, cada semana voy a enviar una solicitud de empleo, voy a empezar por matricularme a 1 o 2 asignaturas … cosas más sencillas, objetivos fáciles de conseguir, y céntrate en eso. No vayas más allá… de momento.

No te obsesiones con ponerte más metas de las que puedes asumir, tampoco pienses que es demasiado fácil y te sobrecargues de metas pequeñas.

Cuanto más fácil sea, más posibilidades de conseguirlo y de obtener la energía y la motivación necesarias para ir ampliando las metas.

Empieza siempre por lo más fácil, por lo que seguro que no te costará mucho esfuerzo ; si haces grandes sacrificios, es más probable que te canses antes y que lo dejes sin terminar.

Es más fácil sacar tiempo para ir UNA  vez a la semana al gimnasio, ,que  para ir TRES veces, sacar tiempo para estudiar 2  asignaturas  cuatrimestrales, que 5, dejar los hidratos por las noches que la dieta super-estricta etc…

¿Qué conseguirás? Cuando nos ponemos objetivos a corto plazo, sencillos de asumir y de alcanzar, nos resultan más fáciles de conseguir;  eso hará que suba nuestra autoestima, nos sentiremos bien, y contentos por haber conseguido los objetivos   y nos dará fuerza y energía para ir a por los siguientes y continuar en el camino para conseguir lo que nos propongamos.

 

Así que ya sabes:

  • Divide tu objetivo elefante en pequeños objetivos alcanzables en el corto plazo
  • Empieza por lo que te resulte más fácil para conseguir la energía que te permita seguir avanzando hacia el objetivo elefante
  • ¡No te sirvas más de lo que puedes digerir !!!

 

¿Que cómo se come un elefante? Pues a trocitos más pequeños !!!

 

Te invito a que lo pruebes y me cuentes qué tal te ha ido!

Espero tus comentarios 😉

 

Carmen Dufol

Facilitadora en la Gestión del Cambio tanto personal como profesional.

Procesos personalizados y adaptados a cada cliente.

Prefiero el trato personal con sesiones presenciales individualizadas.

Coach certificada, Master en PNL,  Life Manager Expert y Formación. Licenciada  en Ciencias de la Información.

www.carmendufol.com