Nos vamos a cuidar el cuerpo, la mente y el espíritu… o así lo intentamos. Hoy os hablamos de un antioxidante natural para cuidarnos: el resveratrol.
Hay días buenos, malos y días que haces “lo que te da la gana”, que son una rareza, pero hemos de intentar que vayan en aumento por nuestro bien y, por supuesto, el de nuestro entorno y la paz mundial.
Con la edad nuestro organismo sufre una oxidación celular, que se va haciendo visible con el paso de los años. Cada vez son más los productos que nos anuncian como antioxidantes, tanto en productos de alimentación como en suplementos o cremas de uso tópico.
Vamos, que la realidad es que no queremos oxidarnos, que viene a ser un sinónimo de envejecer.
El resveratrol, un antioxidante natural
¿Dónde podemos encontrar el resveratrol? Éste es un componente abundante en la piel de la uva negra. Por lo que lo hallaremos en:
- El vino tinto
- Mostos y zumos no fermentados de uva (sin alcohol).
- Las uvas frescas
- También en las uvas pasas
- O en complementos alimenticios combinado con otras cosas.
Así de entrada el vino parece una buena opción, evidentemente en contexto de una dieta mediterránea y un consumo absolutamente moderado, pero frecuente.
Hay estudios que demuestran sus propiedades cardiosaludables e incluso podéis oír hablar de “la paradoja francesa”: en una población con una alimentación alta en grasas saturadas, disminuyen las cardiopatías…
En otros estudios se están viendo en laboratorio mejorías en la respuesta a la glucosa y en la secreción de insulina. Así que…lo vamos a tomar con moderación y con alegría.
También hay estudios en contra de todo, lo sé… pero hoy no vamos por aquí.
Un día en la Finca Viladellops
Hay lugares con encanto y otros que además son encantadores y te hacen sentir genial. En la Finca Viladellops te puede ocurrir eso.
Acompañados en todo momento por Marcelo Desvalls, si te dejas llevar por el terreno de la finca no puedes más que deleitarte por éste gran legado de gentes que desde hace 1000 años han trabajado las viñas. Viendo el macizo del Garraf, nos hemos ido encontrando con olmos catalogados, olivos milenarios, pozos excavados en las rocas, márgenes de piedra seca y piedras de una antigüedad que da que pensar lo poco relevantes que somos al cabo del tiempo…
Nos deleita con historias de condes, musulmanes y templarios hasta llegar a la Finca Viladellops actual. Historia que vale la pena escuchar con atención.
En el año 1977 se construye el Celler de Viladellops que en aquellos tiempos lo llamaron “el celler gran” ya que anteriormente se usaba el lagar.
La cata no os la voy a explicar, porque hay que probarla después de disfrutar de esta finca de 60 hectáreas de viña ecológica certificada en medio del Massís del Garraf donde hace 50 millones de años todo era mar.
Gracias Marcelo por vuestra hospitalidad. Felicidades por los vinos y la manera de entender el vínculo entre el paisaje, la preservación del pueblo, sus gentes, los pastores de abejas y el producto final que nos llega a unos cuantos afortunados.
Muchas gracias a Rosa Mari de Alacarte menús por contar con nosotros.
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