Medicina general, de cabecera o de familia son algunos de los nombres que se han ido dando a la figura del médico que te cuida y te acompaña durante un buen tramo de tu vida.

En un mundo feliz es una práctica agradecida para el profesional, ya que permite conocer a las pacientes y, la mayoría de las veces, a sus familias. Con la medicina general puedes conseguir llegar a saber quiénes son los pacientes y como viven. Estos aspectos siempre han sido útiles a la hora de ayudar a alguien. La realidad es muy diferente y las quejas de los pacientes y las de los médicos crecen continuamente.

 

En mi consulta de medicina general

En mi consulta de medicina general siempre hemos tratado todo con acupuntura en primera instancia. Pero, nunca se ha perdido la visión del enfermo y han salido con antibióticos o lo que ha hecho falta.

Tratar al paciente de manera integral, sin prejuicios y usando todo lo que tienes a tu disposición es una tranquilidad tanto para el enfermo como para el profesional.

Derivando pacientes a especialistas o a otras técnicas la finalidad de siempre es aconsejar al paciente para que consiga restablecer al máximo su estado de salud.

 

Medicina solo hay una: la que cura

Cuando yo estudiaba hace años nos decían: medicina solo hay una que es la que cura. Ahora los intereses varios lo han complicado y tenemos pseudociencias, medicinas basadas en la evidencia, terapias de muchos tipos y muchos profesionales que no se quieren informar de lo que está avalado científicamente y lo que no, con lo cual la, confusión para el paciente es grande.

Como conclusión te diría que, si tu médico te escucha, te conoce, entiende lo que te ocurre. Y, además, te soluciona la mayoría de las cosas y si no te envía a otro médico, con acupuntura o con los que sea, no le des más vueltas. Y recuerda que nadie se puede cuidar por ti.