Nadie puede cambiar por ti, es la nueva colaboración de Carmen Dufól para nuestro blog.
En estos tiempos donde todo está cambiando incesantemente, nos explica muy claramente que “te adaptas” o “te adaptas” y como dice en el título “Nadie puede cambiar por ti”.
Gracias Carmen.
Enfadarse está muy bien; sentir ira también, es el motor del cambio, pero mantenerlo en el tiempo, no mola nada.
El enfado mantenido en el tiempo, se llama rencor, y es una de las principales causas por las que sufrimos. A menudo, no sabemos cómo superar, como desapegarnos del rencor; otras veces, ni siquiera somos conscientes de que lo sufrimos; son heridas del pasado que siguen abiertas, nos hemos acostumbrado a ellas y parece que no las sentimos, pero siguen ahí un leve dolor de cabeza al que acabamos acostumbrándonos.
Ese dolor, ese rencor que sentimos, sólo nos hace daño a nosotros y nos limita mucho para vivir en la calma y en la serenidad que muchos ansiamos. La persona por la que sentimos rencor, no se entera.
¿Cómo podemos pues resolver ese dolor?
1.- Ponte en el lugar del otro
- ¿Qué hubieras hecho tu en su situación?
- ¿Por qué crees que se comportó como se comportó? Seguramente tiene que ver con sus propios miedos e inseguridades, con su historia, no con la tuya, y seguramente tiene más que ver con él que contigo.
2.- Cuando te sentiste herido, menospreciado o atacado, pregúntate…
- ¿Me hirió a mi, o a mi Ego?
- ¿Qué es exactamente lo que me ha dolido tanto?
- ¿Por qué me ha dolido tanto?
3.- Si hay algo en ti que podrías cambiar, cámbialo. Si no puedes hacerlo solo, busca ayuda
4.- Practica el desapego
- Suelta lo que no te sirve, suelta lo que ya no necesitas y no te quedes abrazando el dolor y el rencor; no te quedes en la posición de víctima.
- Responsabilízate ti, de tu vida, de tus cambios pendientes.
5.- Re-etiqueta
- Entender por que el otro se ha comportado como se ha comportado no quiere decir que tengas que seguir siendo su amigo, o su pareja, pero te ayudará a ver las cosas desde otro punto de vista.
6.- Acepta que el otro es como es; aceptar que no quiere decir resignarse
- Aceptar es asumir que cada uno es como es, con sus cargas, sus mochilas, sus creencias, su educación y sus vivencias, y en función de eso, actúa en consecuencia.
- Nadie es mejor que nadie y todos tenemos una razón para ser como somos y hacer lo que hacemos.
Si resolvemos esos nubarrones, si dejamos ir esos sentimientos que tenemos arraigados y que son como esa mosca que no nos deja disfrutar la esa siesta en el jardín o en la playa, o en el sofá de las apacibles tardes de verano, viviremos más tranquilos, más abiertos; Estaremos más conectados con nosotros, nos relacionaremos mejor con los demás, tomaremos mejores decisiones, nos sentiremos mejor, más alegres, más serenos, viviremos nuestra vida en plenitud, y todo esto repercutirá en nuestra salud física.
Y si como dice la Dra. Legorburu: nadie puede cuidarse por ti, tampoco nadie puede cambiar por ti, ni tu puedes cambiar a nadie.
Sólo tu eres el responsable de tus cambios, sólo tu eres capaz de soltar y dejar ir. Aunque a veces duela, es sólo tirón de una tirita; vivir con una piedrecita en el zapato, por pequeña que sea, es mucho más molesto y nos limita mucho más.
¡Muchos ánimos, mucha fuerza, y a por los cambios!!!
Carmen Dufól
Facilitadora en la Gestión del Cambio tanto personal como profesional.
Procesos personalizados y adaptados a cada cliente.
Prefiero el trato personal con sesiones presenciales individualizadas.
Coach certificada, Master en PNL, Life Manager Expert y Formación. Licenciada en Ciencias de la Información.
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