¿Todos creemos que nos las merecemos verdad?
Pues no hay nada que discutir. Cada cual que haga lo que le plazca, lo que pueda y lo que le permitan sus circunstancias.
Época de grandes viajes a precios mínimos, de cruceros masificados con falso lujo, y de playas colonizadas por extranjeros en masa de diferentes países.
Todo es posible, pero nos cuesta descansar y encontrar la paz.
La palabra vacaciones viene del latín “vacans”, participio del verbo vacare: estar libre, desocupado, vacante, vacio, libre.
Sería una buena aplicación dejar de depender de despertador y horarios y seguir nuestra energía vital en otra cadencia.
Lejos de esto nos empeñamos en ocuparnos, para seguir llevando el mismo nivel de estrés en muchos casos. Se buscan compañeros de viaje sin ton ni son y se comparte espacio físico con familiares lejanos o cercanos con los que no se comparte ni los horarios. Todo un reto!
Los que tienen casas espectaulares disfrutan más: siempre las pueden tener llenas de un nutrido grupo de gorrones vocacionales. Eso sí, limpiar la piscina, el que sabe es el dueño… y las colas en los baños… sin pensar los que comparten niños pequeños que entran mojados por las escaleras, con diversas alergias e intolerancias. Más reto! Y la tele, que como todos sabemos solo tiene una pantalla y no podemos ver a la vez 3 canales, ni tenemos 3 mandos.
Si tienes pareja, parece que es más fácil en un principio organizar un viaje. De todas formas cada vez son más las mujeres que se han cansado de arrastrar maridos poco dados a ver mundo y los dejan en casa viendo la tele. Viajan solas, o con otras mujeres. Se ríen mucho más. Los viajes con los hijos mayores también gustan mucho a los padres para tener sentimiento de “familia” y los hijos para tener subvención, pero suele ser agradable, a menos que la criatura quiera independizarse durante las noches de crucero o cambie de familia en cualquier hotel de playa… que de haberlos, los hay.
Bueno, querid@s: tanto si hacéis vacaciones como si no, como si os da por trabajar el doble, como si tenéis un trabajo de verano, recordad que nada es realmente importante. Que la vida ocurre todos los días del año y no solo en vacaciones. Que las pilas hay que recargarlas muy a menudo y que los problemas que se dejan aquí, los encuentras al volver. Y si te los llevas, son los mismos pero han hecho turismo.
Así que: disfruta cada día de todo lo que tienes a tu mano y no tengas envidia de los que vamos a descansar 3 meses largos bajo un cocotero en una playa salvaje.
Hasta pronto.
Leave A Comment