Imagina una malla o tejido flexible y movible con millones y millones de agujeritos diminutos que están rellenos de las células de tu cuerpo. Esta malla rodea a cada célula de tu piel, de tus órganos, nervios, músculos, huesos, tendones, ligamentos… rodea a cada estructura de tu cuerpo. Por lo tanto podríamos decir que todas las células se comunican entre si a través de este tejido.
Imagina también que el movimiento de esta malla es la manera en que se transporta el alimento que llega a las células y también transporta los deshechos y toxinas que la célula vierte fuera de ella. Además, es a través de esta malla que el sistema nervioso envía sus impulsos para informar al cuerpo de lo que debe hacer.
En Osteopatía a este tejido que se mueve le llamamos FASCIA, es altamente sensible a las situaciones de estrés y tiene la capacidad de ajustarse de la mejor manera para que su movimiento sea lo más fluido posible para que las células se nutran y se mantengan sanas.
Si hay alguna restricción o bloqueo de esta fascia, el alimento no llega bien a las células, las toxinas no se eliminan correctamente y tampoco llega la información del sistema nervioso. En consecuencia se producen estados inflamatorios que causan dolor, y manteniendo esta situación en el tiempo el cuerpo se lesiona crónicamente.
El trabajo del osteópata es ayudar al propio cuerpo a mover y liberar estas fascias bloqueadas, darle mecanismos al cuerpo y al sistema nervioso para que vaya disolviendo las restricciones de este tejido. Hacer que todo el sistema fascial esté libre en todos sus movimientos, considerando el cuerpo como un sistema global donde una lesión por ejemplo en el pie, puede llegar a provocar dolores cervicales. O un dolor en la espalda, puede estar provocado por un intestino inflamado.
Además, el osteópata considera a la persona como varios sistemas que interactúan entre si, hablamos de una estructura que nos sostiene: los huesos, músculos, tendones, cartílagos y ligamentos. Hablamos de un sistema nervioso y hormonal que informa a todos los tejidos y por lo tanto debe estar perfectamente equilibrado, hablamos de un sistema emocional que influye tanto sobre la estructura como en el sistema nervioso, y hablamos de un sistema energético donde la energía debe circular libre en todo el cuerpo. Y hay que equilibrar todos estos sistemas para llegar al estado de salud.
Por eso el osteópata clásico trabaja manualmente sobre la estructura y los órganos a través del sistema de fascias que hemos comentado anteriormente, pero también hace recomendaciones de hábitos posturales, nutricionales y de reducción de estrés en el estilo de vida.
El cuerpo es sabio, tiene todos los mecanismos para sanarse él solo, aunque a veces necesita una pequeña ayuda!
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