A veces me invitan a dar charlas en lugares diversos y si puedo asistir mi respuesta siempre es sí. La charla sobre lo mismo: acupuntura, que es mi ocupación desde hace 30 años. Los enfoques son diversos si son para una asociación de fibromialgia o sobre tratamientos oncológicos a patologías propias de la mujer. Indudablemente la finalidad es dar a conocer esta técnica y la charla se va adaptando muchas veces sobre la marcha a los intereses del público asistente.
Pero cuando la invitación procede de una asociación de mujeres emprendedoras como ha sido esta vez, no puedo evitar pensar.
Emprendedora es una palabra que oímos continuamente desde hace un tiempo, pero si eres mujer casi seguro que eres mucho más emprendedora de lo que te imaginas.
Mujeres directivas, empresarias, autónomas otras han tenido que reinventarse a los 50… luchadoras y valientes.
Mujeres que dedican parte de su tiempo de forma desinteresada a la asociación, y eso siempre me impacta por que se lo que cuesta, en cualquier tipo de asociación.
Es gratificante poder compartir con profesionales de diferentes sectores, que a la vez son madres y muchas cosas más, hecho diferencial en nuestra manera de relacionarnos que a mi me gusta y me enriquece.
Mujeres del siglo XXI grandes profesionales, con hijos y nietos. Mujeres con aficiones y con muchas ganas de seguir aprendiendo. Aprendiendo, incluso sobre acupuntura.
Interesadas en aprender infinidad de cosas para seguir bien y poder seguir al pie del cañón.
Así que en estos tiempo revueltos el objetivo es seguir compartiendo conocimientos para que la gente pueda elegir como gestionar su vida y su salud.
Gracias a la asociación Asodame, una asociación con más de 20 años de existencia, por invitarme a cenar con ellas y compartir un buen rato.
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