La de hoy es una reflexión difícil, y sigo sin tener respuesta.
A muchas personas de nuestro entorno los llamamos amigos, sin pensar sobre el tema en profundidad.
Nos dice la Wikipedia que todo lo sabe, que “amistad” viene del latín “amicitas” que deriva de amar. Nos dice que la amistad es una relación afectiva entre dos o más personas. Que es una de las relaciones más frecuentes que se tienen en la vida. Que puede tener distintos grados de intensidad y trascendencia. Que algunas tardan años en hacerse y otras aparecen a los pocos minutos. También nos dicen que se puede entablar amistad con otros seres como santos o animales (el perro es el mejor amigo del hombre. Lo de los santos no lo especifica).
Los animales no es mi fuerte y lo de los Santos, cada vez peor, pero mi pregunta es: ¿qué hacemos con las personas???
A los amigos se les ha de querer. Es básico.
Tenemos amigos de primera división, de segunda, de tercera, conocidos y saludados y de facebook.
Pero, ¿cuales son las prestaciones de los amigos? ¿Los podemos ir descatalogando?
Algunos han desaparecido sin saber el motivo, y eso ha dolido mucho en su momento. Otras veces de una nimiedad se ha hecho un mundo y nunca más ha fluido la amistad por mucho que se haya argumentado e incluso suplicado.
Las circunstancias que nos rodean van cambiando y hacen que nos relacionemos más con unos u otros, cosa que no influye en el grado de amor.
Mi duda persistente de estos días ha sido como actuar “como amiga” en algunos casos. No se trata de infidelidades, que también es un dilema en algunas ocasiones.
¿Como hemos de actuar si tenemos amigos que no están a la altura de lo que hacen, en algunas veces incluso haciendo el ridículo? No el ridículo para mi único criterio, si no de una manera manifiesta y compartida la opinión con otras personas.
Es un tema muy delicado. En más de una ocasión me he encontrado con que me han pedido cosas como: “si ves que meto la pata”, por favor dímelo y era de verdad, y lo he hecho. Si lo digo, absolutamente desde el respeto y desde el cariño, es para ayudar a mejorar a gente que confía en mi opinión y criterio.
¿Y los que no te lo preguntan? Aunque veas que una gran mayoría de la gente los está despellejando, parte el alma no decir nada. Los amigos nos hemos de cuidar y proteger.
No todo el mundo está dispuesto a escuchar críticas sobre sus platos favoritos, sus libros, sus clases, su música, su pintura y un largo etc.
Llegado a un cierto nivel, es muy fácil rodearse de gente que te va a reír las gracias y te adulará sin medida. A nuestro EGO le gusta que nos hagan la pelota.
¿Esto es lo que queremos en nuestras vidas? ¿Que nos digan que somos estupendos aunque no lo crean?
Aún y así no estamos entrenados en muchos casos a llevar bien las críticas, y es que hablar mal de lo que hacen los demás es muy fácil.
No se trata de criticar, se trata de encontrar una fórmula asertiva extremadamente respetuosa como para poder avisar del estropicio antes de que alguien se haga daño… pero si no nos han pedido la opinión, ¿qué??? Lo decimos, ¿¿¿o no???
Espero vuestras opiniones en el blog.
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