La forma en que nos han explicado tal o cual cosa, seguro que ha tenido un impacto en nuestra mente.
Esta mañana cruzando la Plaza de Catalunya, tenía a mi lado a un padre mayorcito (o abuelo jóven), realmente estupendo, como recién salido de un torneo de polo, que daba la mano a un niño de unos 4 años. Ha pasado delante nuestro mientras esperábamos unos de los muchos autobuses turísticos que circulan por la ciudad, y el apuesto adulto le ha dicho al niño que miraba los colores llamativos del bus: «mira, esto es un autobus especial para turistas que van allí arriba por que les gusta pasar frío». Ninguna explicación más. El niño no ha sicho nada pero yo he estado a punto de seguirles para añadir algo que pudiera dar una visión diferente de para que sirve ese bus, al menor.
Es evidente que el señor no definiría así a un bus turístico, pero seguro que al notar que hacía frio y ver la gente allí sentada, ha sido lo que se le ha disparado por la boca.
No sabemos si el niño pensará que los turistas son unos seres extraños que vienen a pasar frío o si nunca subirá a un bus turístico en el mundo por que él no tiene este interés. O por el contrario, ha perdido una gran ocasión de crear un viajero explicando que en las ciudades hay unos autobuses que te enseñan la ciudad desde una altura privilegiada que paran en muchos de los lugares interesantes, que te lo van explicando en tu idioma y que aunque haga frío da gusto poder visitar la ciudad desde arriba para después saber a donde querrás ir paseando o que también puede ser útil si estás de paso y solo tienes un día para ver todo.
En fin, cuantas cosas nos habrán dicho como esta en la vida y así hemos ido creciendo.
Escuchar a la gente es una fuente infinita de material para pensar.
Y es que a mi gustan los autobuses turísticos aunque haga frío (hay que decir que de jovencita ni me los miraba…). Cuando vas de turista quieres ver todo lo que sea posible y te subes a una noria nevando a menos que lo prohiban las fuerzas armadas. Cuando viajas ni te planteas según que cosas. Al llegar a un lugar diferente se abre ante ti un mar de posibilidades para descubrir. A pie, en tren en coche o en bus turístico viajar abre la mente y disminuye los prejuicios.
¡¡¡Viajad!!! Aunque haga frío.
Ojalá ese emocionarse por todo, dejando de lado el frío y el calor nos dure todos los días y seamos capaces de ver con otra mirada nuestra ciudad, nuestra vida.
Ojalá Tina. De todas formas, en casa mo suelo ir en bus turístico. Otras cosas, si. La foto es en Milano.
Besos.
¡El poder de las palabras! que reflexión, es bueno observar para aprender.
Gracias Margarita por contarnos estos detalles.