¿Quién no ha tenido que ir a un hospital en algún momento?
Hace escasos días después de acompañar a una persona muy cercana a hacerse una pequeña intervención, no puedo dejar de pensar y revivir la experiencia.
Sigo sin querer entrar en política, que ni se ni quiero, pero el vivir cada día es política o algo parecido.
Presentación del caso:
- Paciente de mediana edad que ha de ser intervenido de cornetes adenoideos (vegetaciones) y una corrección del tabique nasal.
- Centro médico privado – por mútua –
- Intervención sin ingreso hospitalario.
Pues bueno, uno coge por la mañana y en ayunas como saben todos y se dirige hacia el centro pertinente. Atendidos muy amablemente por una recepción más que atenta como se espera de un centro de categoría. Vamos bien.
Para las intervenciones sin ingreso nos envían a pie escaleras abajo hacia un sótano gris de color y gris de alma.
Decenas de personas esperando en las puertecitas que corresponden a 1 y 2.
Parecía la cola de cuando vas al banco… ¿quién es el último???
Oiga, que venimos para una operación… Por lo que pude observar el grado de información del resto de presuntos pacientes era similar o peor al nuestro. Ningún ser humano de la casa a la vista. Una pantalla de vez en cuando informaba de los códigos de quién era el afortunado, pero imperaba el desconcierto. Pase a puente 1 o a puente 2…. Como en un crucero… ¿¿¿ Al puente ???
Superada con creces la hora prevista del supuesto no-ingreso… servidora que no es muy buena para estarse quieta vuelve a la recepción para que me expliquen el plan, ya que no se entiende.
Regreso al sótano convencida de que nos toca los siguientes. Al cabo de dos horas seguíamos allí, en la gris sala de espera sin ninguna pauta de cual era nuestro futuro inmediato, obviamente también gris. En la estrecha y triste sala se acumulaban los que querían entrar, los acompañantes de los que estaban dentro y algunos cuando salían… un hervidero en el cual si te levantabas para ir al baño, perfectamente podías encontrarte sin ningún asiento disponible al volver.
Al cabo de no se cuanto, pero mucho llaman al paciente. Dejan entrar un acompañante hasta un exíguo box, con taquillas compartidas como en un gimnasio de quirófanos.
Bueno, te despides confiando, que es lo que hay que hacer y te vuelves un rato al bar… que al menos hay luz.
No te atreves a estar más de media hora por si te llaman… vuelves a las catacumbas, pero no como las de Sant Pau donde pasé muchos años que recuerdo gratamente y eran un lugar de paso. Unas catacumbas de diseño. Con un gris mortecino para acabar de favorecernos a todos el relax y unas sillas monísimas diseñadas por cualquier eminencia del diseño que nunca pensó estar en ellas 6 horas. Duras hasta lo imposible.
Sigue pasando el rato. Te llama el cirujano desde la puerta y acudes obediente a que te explique (muy amable por cierto, hasta me dio la mano). Todo ha ido bien, en un momento lo suben y puedes pasar. Pregunto solícita que cual es el plan por si duele y me contestan que ir combinando Ibuprofeno, Paracetamol y Enantyum. A discreción supongo… Que se haga el mismo las curas, jo machote!!! Que se cambie las gasas y el lunes venga para que le destapone la maltrecha nariz.
Me vuelvo al banquillo. Creo que era ya el cuarto sitio diferente y conocía el pasillo desde todos los ángulos. Eso sí, ni un enchufe donde cargar el móvil.
A las dos horas de esperar y junto a otra señora desinformada decidimos entrar:
Fácil cuando sale un operado, pones un pie y entras… como no hay nadie… en las películas siempre funciona.
Nos encontramos en una zona semi «limpia» en la cual podríamos transitar de box en box a nuestras anchas. Nadie de nadie.
Por decoro y sentido común no lo hicimos. Quieras o no al ser médico aunque vayas de la secreta, sabe mal.
En vista del despropósito aconsejé salir y darle a los timbres hasta que apareciera algún humano.
Al segundo timbre una voz tremendamente tomada dice que ya salen.
Preguntamos por nuestros enfermos respectivos y después de consultar la lista dice que aún están en recuperación…. pués no tenía yo previsto tanta recuperación.
Vuelta al banquillo un buen rato más.
Al final puedo acceder al box y la verdad que muy recuperado no se veía…
La sensación de desinfomación es cada vez más grande. Imagino como se han de sentir quien no tiene por acompañante un sanitario.
Como tolera el zumo dice que ya nos podemos ir. Ojalá fuera tan fácil. Con el cambio de guardia la enfermera que por lo visto se quedó la llave en el bolsillo, no aparece y hemos de esperar a que el de mantenimiento ayudado por uno de seguridad revienten la taquilla. Espectacular…
Nos faltaban las recetas, ya que la medicación solo estaba indicada en la hoja de informe, pero cada cual sabe las que tiene y algunos colectivos tienen sus talonarios correspondientes. Bueno pues que contestan que el médico ya se ha ido y que no hay recetas. Como la prisa ya era acuciante, dije que ya las haría yo, despertando una mirada sorprendida de la afónica enfermera. Seguro que penso que me gustaba jugar a médicos.
Al salir, por el mismo pasillo que a los acompañantes nos obligaban a entrar con polainas (para cubrir nuestros contaminados calzados) los operados salian en diversos estados pero con sus zapatos de calle mondos y lirondos. Y es que no me extraña que pillemos évolas o lo que sea, que hay que ser más serio para jugar a médicos… Extrañas parejas bamboleantes uno con polainas y el otro no. ¿Semi estéril? ¿Parcialmente desinfectado? ¿Medio limpio?
Después de 7 horas en el centro, conseguimos salir a la calle, previo paso por recepción para pedir hora para el lunes.
El susto viene al leer el informe, y comprobar que si que hacía falta la recuperación ya que le habían hecho anestesia total.
Sinceramente enviarte a casa 3 horas después de una intervención con anestesia general, me ha impresionado. Cada vez lo hacemos mejor. Ni en el Hospital Militar de Santiago de Cuba son más eficientes. Creo que la próxima vez que me vea en esta situación, pediré que ya nos lo hagan en casa y al menos esperamos en el sofa con la tele y con wifi. El cirujano lo hará bien igual, ya que generalmente son buenos, en mi casa somos muy limpios y saldrá más barato.
Si este centro que por causas que desconozco pero alcanzo a intuir ha pasado a ser adquirido por una mútua privada y las prestaciones al menos las de «intervenciones sin ingreso» son de este nivelazo, da mucho miedo.
Admiro a los médicos y profesionales que han de trabajar en estas condiciones paupérrimas y mis condolencias para el ciudadano de a pie que no sabe hacerse las curas en casa o como combinar los analgésicos. Aconsejo encarecidamente si tiene algún familiar o conocido médico o sanitario se haga acompañar para adivinar mejor las instrucciones.
Al llegar a mi consulta, escuchando jazz y trabajando en orden, recordé porque elegí dedicarme a lo que me dedico.
En mi informe de prácticas de último año de carrera rezaba:
«Implicación personal muy superior a lo requerido. Sería bienvenida en cualquier servicio del hospital».
Tuve claro que no servía para el medio hospitalario y cada vez que lo veo de cerca lo reitero. Mucho mérito es lo que tiene.
¡¡¡ Un aplauso, colegas !!!
Si eso ocurre en la sanidad privada cómo será en la pública? O no….es triste que esto ocurra sobre todo en temas de salud que es cuando estas más vulnerable. Espero que haya sido un caso puntual y no sea la norma! Un abrazo Margarita!
Ojalá Carmen, ojalá…
Gracias por tu comentario.
Sap greu pels bons professionals que es dediqueu als pacients amb carinyo i dedicació en una consulta amb música de jazz i ambientació relaxant. Malauradament, pel que fa a alguns establiments públics saturats de malalts que esperen el seu torn en sales inhòspites amb un número a la mà i pendents de la megafonia o en un passadís desangelat les noticies d’un familiar o amic, fredor i agonia totals.
No esperem jazz a la sala d’ espera, però la veritat és que et cau l’ánima als peus i potser tampoc caldría.
A mi m’ angoixa persar que si jo que soc metge i representa que puc entendre el que passa, el pobre malalt no sanitari, com s’ ha de trobar….buffff
Gràcies per els teus comentaris.
Ptns
me encanta!!!!!el miercoles ingreso solo victor en urg con un cuadro compatible de pielonefritit pero el q no entiende de diagnostico dijo q le dolian mucho los riñones con lo cual sin explorar ni tomar constantes le llevaron a Rx con diag de lumbalgia… y llego yo a las 3 horas hablo con el medico, 39 de fiebre y tiritonas….. seguimos ingresados!!!!!!
Ommmmm, doctora!!!!
Vaig tenir una experiència similar i haig de dir, que només que et donessin el mínim d’informació que et cal per confiar en que el malalt està atès, totes les mancances «ambientals» perdrien importància. Com bé dius, Margarita, el que més valores en aquestes situacions és percebre un mínim d’implicació personal.
Gràcies per l’escrit, hi ha gent que treballa molt i molt bé, però hi han casos que no s’haurien de permetre…
La veritat és que es un tema complicat. Una abraçada.
Les sales d’espera sempre han sigut poc acollidores, però es veritat que sempre hi ha hagut un ambient de solidaritat en front de la desgracia i això ha fet surgir amistats, encara que efímeres per l’alta de l’ingressat. Comparties l’angoixa de l’espera i de quan em diran com està o quan m’avisaran. Pel que expliques sembla que aquest ambient solidari ha desaparegut i s’ha convertit en un camp de batalla i que sobrevisqui el que pugui.
Tampoc és aixó….no siguem dramàtics simplement em lamento de l´abandonament.
Abraçada forta.
Crec com tots que la sanitat pública està pitjor. I en aquestos casos el que cal es demanar un full de reclamacions i indicar els problemes i la desatenció. A veure si almenys són conscients.
La veritat és que ja vaig tenir prou feina per endur-me al intervingut a casa. Aquesta és la realitat i vaig arrivar just per començar la consulta.
Ommmmm
Lo llevamos claro….¡que horror!, parece mentira que estemos perdiendo sensibilidad humana para éste tipo de oficios, dan ganas de salir corriendo… gracias por compartir tus reflexiones Margarita… leído y ahora mismo compartido.
Gracias Soraya, ojalá lo leyeran los que tienen en su mano hacer que esto no pase….
Bsss
Hi estic d’acord, però haig de dir que hi ha coses, almenys a la sanitat pública, que encara funcionen, i molt molt bé -ho dic per experiencia. No ens podem -o no es poden- carregar el que encara tenim i que tant necessitem. I on hi ha professionals tan punters i amb tanta vocació. D’aquests n’hi ha. Ara bé, si la manca d’assistència humana també succeeix a la sanitat privada, és força trist. Prefereixo pensar en els bons professionals, que viuen la seva feina quan estic a les seves mans. Merci Marga per l’article!
Aixó és evident Laura, i per aixó mateix em lamento. Els profesionals sont excepcionals molts cops, però si arrivem a aquest tracte la gent ho possa tot al mateix sac, i és molt trist arrivar a aquest punt.
Una abraçada.
Francament patètic. Només faltava el manual de cirurgia de la Señorita Pepis i apa, sírvase usted mismo. I no passen més coses perquè els àngels de la guarda són molt eficients!!!
Força patètic Maijo, millo ens operem a casa…
Ptns
Totalment d’acord amb l’article,sobre tot per ser el protagonista. Gracies Marga.
De res, mira de fer-te operar poc.
Ptnàs
Marga has triat un molt bon tema per comentar. Cal dir que per experiències próximes al meu entorn, darrerament la sanitat privada «no es lo que era», by far…En contrapartida la Pública ha millorat molt, per exemple, l’ asistència als CAPs i les atencions domiciliaries, gaire bé ratllen l’ exquisidessa. A mi moltes vegades la Sanitat Privada (que la utilitzo) em recorda quan anavem fa anys al Ambulatori on et tenien arrraconada i ignorada tota la tarda. Bones Festes i Millor Any per tots. Una abraçada.
Gràcies Montse. Bones festes!