No lo puedo evitar pero no me saco de la cabeza una imagen reciente.
El pasado martes un tío mío (segundo o tercero, no estoy segura) cumplía 90 añitos.
Esto en si ya es una hazaña, aunque cada vez menos ya que vamos durando lo impensable. Al no poder asistir a la comida de celebración me acerqué a felicitarlo el día del aniversario, que a mi me hace más ilusión y tiendo a pensar que a los demás también.
Así que me presento en su casa para felicitarlo con un regalito simbólico. Me abre la puerta el matrimonio, la esposa mucho menor con solamente 88, y bien dispuestos a recibirme.
Que si sí que si no, al final me siento un momento en el sofá y hacemos un ratito de «visita». Estamos hablando de dos personas mayores delicadamente educados y vecinos de Sant Gervasi de Barcelona. En un momento dado de la conversación, me dice el tío: Has visto Marga, nos disparan tiros… ¿Perdóoooon???? Miro absolutamente impresionada la gran cristalera que da al parque Moragas y ante mi absoluto estupor veo el cristal roto por lo que claramente se ve que es un tiro de bala.
Por pocos CSI que hayamos visto, solo con asistir a las clases de física del bachillerato puedo asegurar que el disparo procede de un piso alto, ya que en caso contrario nunca hubiese podido atravesar la parte de obra de la terraza para acabar impactando en la zona inferior del cristal.
Mientras mi tío empieza la narración completa, mi tía sentadita en el sofá como la señora Flecher, dice en tono absolutamente tranquilo y sonriendo «van por nosotros».
Nunca hasta ese día había tenido la certeza de que eran británicos. Que envidia de calma.
Parece ser que es la quinta bala que aparece por la casa.
Como si de una película se tratara me explican que esta extraña situación ocurre desde hace un año. La verdad es que en un año si fueran a por ellos se hubiesen esforzado más. La primera bala la encontró la chica que limpia «que tiene muy buena vista», y como no atinaron a acertar que la cosita negra que apareció en el suelo era un balín la tiraron.
A partir de la segunda bala, las empezaron a guardar, pero con la suerte que no se rompió el cristal porque era verano y estaba abierto (vamos, que si te estás atando un zapato te podía dar en un ojo). Solamente fue contra el sofá.
Estupefacta pregunto: ¿y donde las guardabas? Mira, en aquella teterita plateada que trajo la nena de no se donde, pues las ponía dentro.
Pero es que la última era de mayor tamaño y ha roto el cristal.
Quedé mínimamente tranquilizada al saber que habían puesto una denuncia y que los restos de balística ya obraban en el poder de una «mossa» presuntamente competente.
La única preocupación del nonagenario cumpleañero era que la «mossa» no anotó que la última era de calibre superior a las anteriores, cosa que indicaba claramente que el peligro aumentaba.
Me fui al poco rato pensando en lo extraordinario de la situación en una casa que para más información del lector está dos porterías más abajo de mi casa en la misma acera. ¡Es decir que el francotirador nos podría tirar a todos!!!
Resumiendo, que nos pasamos la vida asegurando la casa, el coche y todo lo asegurable para llegar a los 90 y aceptar con gran clase que te disparan por la terraza…
Imagino a un excéntrico aficionado al tiro en una de las terrazas del otro lado del parque con dianas metálicas para balines o similar entrenando en la terraza y que los que han llegado son los que se escapan. A parte de ser descaradamente ilegal, todavía pone más en evidencia que no vamos bien.
A mi me da una tranquilidad pasmosa cada vez que salgo a la terraza… supongo que en unos días quedará olvidado como casi todo lo que no trae consecuencias irreparables.
Me gustará saber si el seguro cubre la rotura del cristal, ya que seguro lo consideran acto de vandalismo y nada de nada.
Os dejo para poner la nota alegre más concordante con el festejo una canción de Mocedades «Me siento seguro» que me retorna a la época en la que yo frecuentaba aquella casa para estar con mi prima (segunda o tercera, no estoy segura), la que compró la tetera plateada y que todavía no tenían disparos en los cristales. No os perdáis las imágenes.
¡Felicidades a los que llegan a esta edad. A seguir obviando disparos y montando festejos!!!
Cómo siempre Marga me encantas este tipo de relatos. Me gustaría llegar a esa edad con esa calma que dan los años y que cosas así no rompan demasiado su monotonía. Me hace pensar que las nuevas generaciones, si llegan a esa edad, no tendrán esa calma. Y es una lástima.
Si llegamos a esa edad, a lo mejor si tenemos esa calma. Yo de verdad espero no tener disparos en el cristal, que da un poco de yuyu.
Gracias Tina por tus comentarios y tus ánimos para que siga escribiendo.
Besos
Siempre he pensado que en el cine se quedan cortos… ¡¡Lo que nos pasa cada día no tiene desperdicio!! 😉
Un abrazo, Marga
Je,je. La realidad supera la ficción…
Bss
Genial y un poco inquietante, no?
Para mi si, Agata, pero si ellos lo tienen bajo control, es envidiable.
Gracias por tu comentario.
Un abrazo.
Tienen una calma y un humor envidiable… Por otro lado el tirador anonimo, ¿que le pasa? No tiene campo para ir a disparar, ¿que lo tiene que hacer entre bloques? (me niego a pensar que sea directamente personal hacia ellos, no quiero malicia) Y hay otra pregunta importante: ¿Que le pasa al ser «humano»?
Ni idea Núria…. un abrazo.
Quins nervis! viure en una situació de alt risc dins de casa teva! A mes no sabs contra qui defentsar-te! crec que no durmiria tranqquila!
La veritat és que no sé….potser també li treuría importancia….Ptns
Que sepas que eso nos paso hace ya muchos años en el otro extremo de dicho parque, nos dispararon varias veces perdigones por la ventana de la cocina, en esa época la policía, la de antes estuvo mirando el angulo y demás cosas, fue a los pisos de enfrente, y la cosa acabo en cuanto vieron los uniformes.
Sera cosa del barrio, que la gente se aburre, o que esta zumbada.
Desde luego cuando te pasa impacta y aco……, no es para tomarlo a broma, y desde luego para poner una denuncia cada vez que pase.
Bueno al menos la fiesta de «record guinness» fue muy bien, al menos en las fotos todos se ven muy felices.
Ahora si que me has dejado impresionada….y si es una reyerta desde hace 30 años…sigo sin entenderlo!!
Besos y a ponernos un chaleco anti-balas.
Jolin amb el francotirador!!! podría apuntar on tu ja saps jijiji
La veritat Lordes, és que no queda clar si apunta o no.
Petons.
La historia de las balas perdidas y encontradas, podía titularse la novela. Claro que tendrá que escribirla otra, porque ya sabes que en las mías siempre hay algún muerto.
Es fantástico cumplir años y tomarse la vida con parsimonia.
Pues si Mercedes!!! Un beso.
Venga Mercedes, haz una novela de las tuyas, me encanto la que me regalo Marga.
Muy bueno Ara, podemos poner las balas perdidas y encontradas que dice Mercedes, del Parque Moragas, que está enmarcado entre las 4 calles en las que por lo visto se lleva lo de los perdigones, que son: Madrazo, Rector Ubach, Tavern y Aribau.
El seguro no responderá con ninguna cobertura, fijo. Ahora bien, ojo con el barrio de Sarrià Sant Gervasi en donde se supone vive gente civilizada y están los mejores colegios de Barcelona. La creme de la creme se aburre y no sabe con que distraerse.
Un «10» para tus parientes por la serenidad con que lo afrontan y cómo te lo relataron. Este pasaje nos recuerda a la novela de la Barcelona negra. Creo que tus parientes tendrán que ir pensando en sustituir el cristal actual por uno anti balas. Marga, como siempre escribes genial. Un abrazo.
Gracias Montse, si lo llego a saber le regalo un chaleco antibalas.
Un abrazo.
Suposem que no apunta perquè si no seria per què el contractessin a la TIA 😉
Jo també crec que no apunta, però no fa cap gràcia el muy jodío….
Buenas tardes Marga, tienes unos tíos encantadores que la edad les hace relativizar cualquier situación por peligrosa que sea,realmente te salen experiencias detrás de la puerta ,sigue explicándonos estas situaciones unas divertidas y otras peligrosas que forma amena nos cuentas,saludos
Buenas tardes Marga, tienes unos tíos encantadores que la edad les hace relativizar cualquier situación por peligrosa que sea,realmente te salen experiencias detrás de la puerta ,sigue explicándonos estas situaciones unas divertidas y otras peligrosas que forma amena nos cuentas,salud
Gracias Mari Carmen, seguiremos informando!!
Marga, Ara. En cuanto salga del lío que ando metida (dos novelas con fecha de entrega) y alguna cosa más, nos ponemos con las balas perdidas, que no son señoras descarriadas, sino de buen calibre, al menos la última. De momento procura que tu tío no las tire, que nos sirven para portada.
Un beso a las dos.
Mercedes, me troncho. Solo nos falta meternos a balas perdidas, que Araceli también tiene una edad…
Las balas de marras están en poder dels «mossos».
Pero,si hace falta buscaremos….
Me parto con tus relatos! Yo también vivo en el barrio. Creo que me voy a poner cristales antibalas y blindar el coche. Nunca se sabe que puede pasar con tanto loco suelto!!!!!!
No hace falta Monica. Te pones cada mañana la canción de Mocedades mientras te duchas y con n alegría!!!