La colaboración de hoy de la psicóloga Marga Pérez Herms nos hará reflexionar sobre otra de las realidades de muchos de nosotros: cuidar a nuestros padres.
Es un tema sobre el cual siempre tenemos debate abierto tanto por lo doloroso como por lo difícil que puede llegar a ser.

 

La vida es un largo camino en el cual vamos transitando por etapas que nos requieren el desarrollo de habilidades, recursos, defensas… instrumentos que nos acompañarán hasta la siguiente etapa.

Cuando llegamos a la “mitad de la vida”, normalmente, nuestros padres afrontan su etapa final. Aquellos que durante años fueron nuestro confort, ahora precisan de nuestro calor y cuidado para vivir dignamente su último tramo.

Afrontar este acompañamiento no es sencillo, se ponen en juego muchos factores: nuestra disposición emocional a cuidar de ellos, nuestra vida cotidiana organizada en función de nuestras necesidades, la de nuestros hijos si los tenemos, el tipo de trabajo que hacemos, y un largo etc.

Ir generando un espacio mental y físico para el cuidado de nuestros padres, pondrá en evidencia nuestro vinculo con ellos, la posibilidad de intercanviar las funciones pasando de cuidados a cuidadores en algunos aspectos, las afinidades, las discrepancias, los conflictos no resueltos,…

Acupuntura-Legorburu-Barcelona-Cuidar-PadresA pesar que algunos dicen que los abuelos son como niños pequeños, hemos de poder hacer lecturas más cuidadas de la realidad. Dependiendo de las situaciones y las enfermedades, puede ser que tengamos que ir asumiendo decisiones por ellos, sería bueno poder tener en cuenta, en la medida de lo posible, sus criteros de vida, será una muestra de amor y respeto, pero no son niños pequeños, son adultos que requieren ayuda. No se trata de un sacrificio permanente sino de un equilibrio entre las necesidades y las posibilidades reales de todos juntos, eso comportará renuncias por ambas partes y no siempre es fácil. Un buen asesoramiento médico nos facilitará la previsión referente a la evolución, nos ajudará a anticipar situaciones y poder pensar con más calma las posibilidades que tenemos por delante.

Cuando este cuidado lo podemos compartir con otros hermanos puede ser más sencillo para el tiempo de dedicación y tener diferentes puntos de vista a la hora de decidir, pero también comportará consensuar las formas personales de afrontar estos cuidados, teniendo en cuenta el vinculo de cada hijo con los padres y los vinculos fraternos, que no siempre lo facilitan. Si los padres han creado una familia capaz de contener el malestar y las relaciones permiten mantener un buen nivel de diálogo, irá fluyendo. Si las relaciones no lo permiten, el sufrimiento será elevado, los hijos sentiran que atienden a los padres y los padres no se sentirán atendido por los hijos.

Como en otras situaciones de la vida, que seguramente hemos vivido, en momentos difíciles las actitudes se intensifican. A veces entre hermanos se pretende encontrar fórmulas igualitarias, todos han de colaborar por igual. Las famílias nunca son igualitarias, siempre es más realista que cada uno asuma lo que pueda teniendo en cuenta los vínculos, lo importante es que queden las necesidades cubiertas, que proporcione el bienestar es menos relevante.

Cuando una persona sin hermanos ha de hacerle frente, también será un reflejo de la su vida, habrá que seguir gestionando el malestar envolviendose de amigos, pareja, instituciones, que hagan más viable la etapa.

Contemplar el deterioro progresivo de unos seres queridos nunca es fácil, nos confronta profundamente con la realidad que la muerte forma parte de la vida, aunque nuestra cultura no lo estimula para nada.

Ante las vicisitudes acostubramos a poner más peso en los aspectos negativos que en los positivos, aquello del “vaso medio lleno o medio vacío”. Si podemos afrontar esta etapa, poniendo en valor todo aquello que nuestros padres nos han regalado, comenzando por la vida, el legado inmenso que ya forma parte de nuestra esencia y aceptando los aspectos que no siempre nos han gustado, pero que también lo son, probablemente podremos encontrar formas concretas de cuidar de ellos hasta el final, eso nos confortará profundamente cuando su presencia se vaya transformando dentro de nosotros y nos encontremos con ellos en nuestro pensamento. Seguiran siendo unas figuras de referencia con las que vivimos conciliados.

Cuando  nuestras relaciones humanas son así de confortables nuestra vida es mejor y más sana.

 

Acupuntura_Legorburu_Marga_MargaMarga Pérez Herms

Psicóloga clínica y Psicoterapeuta
Directora de ABAC PSICOLOGIA, consulta privada inaugurada el año 1984. Trabajo dirigido a: niños, adolescentes, jovenes, adultos, parejas, gente mayor y grupos.

Experiencia en el ámbito escolar con docentes, alumnos y familias.
Experiencia en seminarios, charlas y supervisión de oltros profesionales.

www.abacpsicologia.com