En nuestro sistema sanitario no estamos habituados a ser tratados con acupuntura.
Si la propuesta es que nos han de anestesiar con acupuntura, la cosa aún se pone más difícil, ya que desconocemos esta terapia.
Para los alérgicos a la anestesia o personas que dada su situación de salud o medicaciones múltiples es peligrosa la anestesia, la realidad es muy diferente y en algunos casos llega a ser dramático.
La anestesia es uno de los avances médicos que nos ha cambiado la vida.
Durante mi estancia en China pude ver intervenciones de cráneo y cesáreas anestesiados con acupuntura. En Cuba, de mama y tiroides y cualquier actuación en odontología.
La realidad es que yo, las únicas anestesias que he realizado aquí y con éxito han sido las realizadas en las consultas de dentistas.
Nos lo piden poco, ya que la gente alérgica a todo es muy poca y el desconocimiento de médicos y pacientes es mucho, pero la realidad es que el resultado es muy gratificante.
La parte negativa, es que es más laborioso de cara a sedar la parte afectada que si ponemos una inyección para dormir la cara. Mediante la aplicación de unas finas agujas y la conexión a un estimulador eléctrico, vamos consiguiendo la pérdida de sensibilidad de la parte tratada así como una sedación general del paciente.
Al realizar la extracción, empaste o lo que sea necesario, solo con retirar las agujas la cara queda perfectamente normal sin las consecuencias tan molestas de la anestesia de adormecimiento de la cara durante horas y la dificultad para hablar.
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