Partiremos de la base que cuando una actividad te gusta y disfrutas, no se considera meritorio realizarla ya que si te lo estás pasando bien lo podemos clasificar como afición o hobby.
Vamos… que los que están deseando que llegue la clase de idiomas no tiene mérito. Los que están locos por ir al gimnasio por que se lo pasan bomba, felicidades!!!
Pero en los muchos y muchos casos que no es así pero tenemos grabado en el inconsciente colectivo que lo hemos de hacer…. Pensemos: son más las veces que me he matriculado en la vida a estudiar ingles en algún sitio y lo he dejado o las que me he apuntado a un gimnasio para solamente abonar la cuota a fin de mes como si fuese una ONG.
En mi caso y a pesar de que solo hablo inglés si no me toca más remedio si no hay alguien más con decisión, llevo mucho peor lo del gimnasio.
En este último año, solo he conseguido ir a tomar el sol a la piscina descubierta que es el colmo de la vagancia y algunos días sin pasar siquiera por el vestuario, directa a la piscina con el bañador puesto desde casa. Que esté cerca de casa es condición “sinequanon” ya que llevar todo el día una bolsa con toalla mojada y neceser es mucho más de lo que puedo soportar.
Pues bueno, a lo que vamos, que llega a sorprender el ser humano la gran capacidad que tenemos para hacernos trampas jugando al solitario. No tengo tiempo, me vienen los de la lavadora, tengo una reunión, he de acompañar a “fulanito” al médico, cualquier excusa es buena cuando una cosa te echa para atrás. Y es que a algunos nos echa muy para atrás, pero mucho mucho.
Por otro lado es evidente que como predico habitualmente NADIE SE PUEDE CUIDAR POR TI, véase por mi tampoco mal me pese. Hace falta ponerle 3 en 1 a las articulaciones, y desgraciadamente en el cine no pasa. La mejor semana para empezar, siempre es la semana próxima. He llegado a cambiar de acera para que no me vean las chicas de recepción al pasar… y es que la mala conciencia te hace hacer cosas muy raras y que vale más que ni las expliques.
A los que no les ocurre, les parecerá exagerado al máximo, pero seguro que mucha gente me está entendiendo. Es un ritual al que no estoy genéticamente predispuesta por mucho que sea necesario en nuestra sedentaria sociedad.
A veces he entrado para hacer alguna acción rápida tipo sauna o yacuzzi y he dejado a alguna entregada dama en el vestuario poniéndose crema con perfidia por todo su cuerpo, y al salir seguía allí todavía embadurnándose meticulosamente, de manera que me fascina y acompleja sin remedio. Hay que ser de raza y esto seguro que es congénito.
Y es que en el vestuario todas son rubias y guapas las de mi gimnasio, cosa que anima mucho también. En la consulta una chica de 20 años la semana pasada me comentaba que se depilaba el pubis porque le daba vergüenza no hacerlo e ir al gimnasio… Esto debe ir por barrios.
Como se pueden superar todas estas trabas cuando estás seguro de que es lo que quieres hacer y a demás es que lo has de hacer: AUTODISCIPLINUM FORTE varias tomas por semana.
El resto son excusas. Plantearnos el tema en cuestión como si nos fuera la vida en ello (quizá nos va), y reservar ese tiempo como asunto vital no negociable ni cambiable por otras actividades a menos que sean de urgencia vital. No va a ser fácil y sabemos que una flor no hace verano, pero un día tras otro y más si observamos resultados positivos, que seguro que con el tiempo ocurrirá, quizás y solo quizás podremos llegar a disfrutarlo. Mientras tanto doblamos la dosis de Autodisciplinum forte y disimulando.
En pleno arrebato de superación personal confesaré que he empezado a ir a acuagym. Me he presentado a la monitora como caso difícil, reincidente y con necesidad de redención, he hablado con las recepcionistas más de lo que había hecho en años y he ignorado al resto de seres humanos del vestuario, junto con sus tangas de blonda de grandes marcas, que quedan muy lejos de estar en la situación en la cual merecen ser utilizados según mi asilvestrado criterio.
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