No vamos a hablar sobre las bondades de ninguna marca de cremas ni de ninguna dieta hidratante. Mi reflexión de hoy es sobre porqué a menudo tenemos «la piel tan fina» y nos ofendemos por cualquier pequeñez y de todas las consecuencias que esto nos acarrea tanto a nosotros como al entorno.

Acupuntura_Legorburu_Barcelona_Piel_Fina_2Nos hablan los estudios de que las personas con mayor nivel de susceptibilidad son las que tienen menos empatía (capacidad de ponerse en la situación de la otra persona). Acostumbran a ser personas que solo saben ver la vida a través de su filtro y creen firmemente que no hay filtros de otros colores. Es así!

Por ejemplo, los smartphones son un gran foco de ofensas por poner una situación actual:

  • Cuando uno es de los que contestan al momento no entiende que la otra persona puede estar trabajando, en una reunión o simplemente en la ducha y tarde rato en hacerlo.
  • Otros contestan al cabo de 2 días.
  • Otros no contestan si no tienen una respuesta a lo que estamos preguntando, cosa que puede ser un tiempo.

Es evidente que hay filtros de muchos colores y texturas.

En esta misma línea vemos ofensas por contestar con escuetos monosílabos, o respuestas que en el teléfono parecen demasiado secas. Incluso he visto algún adulto muy ofendido con un adolescente por que no le ha contestado un mensaje y dudar de sus disculpas. También hemos de recordar que podemos hablar en persona -lo mejor- y por teléfono como antes…

Como reaccionan ante unos de estos conflictos nuestro sujetos con la piel fina:

Después de recibir una de estas grandes «ofensas» suelen removerse en sus cabezas temas pasados, cosa que no hace mas que aumentar el drama. El ser rencoroso, es una evidencia de que ni se perdona ni se olvida. Evidentemente como le han ofendido entran en «modo- víctima» y la autoestima va hacia abajo.

Acupuntura_Legorburu_Barcelona_Piel_Fina_1Todo esto inevitablemente aumenta la ansiedad del ofendido, que puede reaccionar con ganas de devolver la ofensa o con un «castigo de silencio» para que los demás adviertan que está muy dolido.

Uno de los antídotos que nunca falla en estas situaciones generalmente bastante patéticas y absurdas es el SENTIDO DEL HUMOR. Reconocer la incongruencia (a veces incluso si no la hay) y reírnos de ello, para que las aguas vuelvan a sus cauces. A mi modesto entender creo que cuanto más tiempo se deja pasar de la situación que ha generado el conflicto, más difícil es que las cosas sean ligeras de solucionar. El ofendido vive atrincherado tras su filtro y el ofensor con un poco de suerte a lo mejor ni se ha enterado o piensa que eres un cretino y que ya se apañará que bastantes complicaciones de verdad tiene ya en su vida.

Una de las mejores lecciones que he escuchado insiste:

  • NO TE TOMES NADA COMO PERSONAL.
  • En los casos que claramente es personal (los hay!), hemos de poner la energía en no dejarnos afectar y conseguir una piel más dura. No podemos evitar el dolor pero tenemos opción a sentirnos de una u otra manera.
  • El tema es aceptar QUE TODOS SOMOS DIFERENTES.
  • Dejar a un lado la piel fina que no deja de ser egoismo disfrazado que nos lleva a pensar que todo es como lo vemos nosotros y no hacer juicios derivados de estas creencias.
  • Cuantas veces hemos escuchado a gente que no tiene licencia de conducir dar instrucciones para aparcar el coche al pobre que está sudando tinta o los grandes consejos que dan los que no tienen hijos a los esforzados padres.

Pues eso… A trabajarnos la piel, el egoísmo y el  juzgar mientras extirpamos filtros y añadimos sentido del humor.

Seguro, seguro, seguro que viviremos todos mucho mejor.

Buena semana.