En la antigua Grecia, la calabaza se consideraba anafrodisíaca por lo que dárselas a alguien equivalía a apagar el fuego de la lujuria evitando así los escarceos amorosos.
Durante la edad media, el clero aconsejaba las pipas de calabaza para alejar los pensamientos pecaminosos y lascivos e incluso se pensaba que mascar sus pepitas contribuía a mantener el voto de castidad.
La expresión de «dar calabazas» se fue manteniendo hasta la época de Cervantes, donde se empezó a usar más en el contexto de los posibles noviazgos.
Cuentan que en algunas zonas rurales de Cataluya por aquellas épocas se invitaba a comer al pretendiente a casa de la muchacha pretendida. Si durante la comida le ofrecían pipas de calabaza significaba que en la familia no era bien recibido y el aspirante tenía que marchar. Si por lo contrario le encendían el cigarro, es que era un si… avivando el fuego…
Otra de las calabazas presentes es la de Halloween. Pero la realidad es que al menos yo desconocía totalmente que el origen de la calabaza de halloween es un nabo.
Cuando los inmigrantes irlandeses llegaron a Estados Unidos, a mediados del siglo IXX se encontraron que en su nueva tierra de acogida no sembraban nabos que, para ellos buenos supersticiosos, eran imprescindibles para celebrar el «All hallows Eve» la víspera de todos los santos, fiesta en la cual se evoca a los fallecidos y se celebra la cosecha. Se fabricaban unos rudimentarios farolillos dentro de los nabos vaciados y debían permanecer encendidos toda la noche. Pero la culpa de todo parece ser que la tiene un tacaño y camorrista irlandés de hace ni se sabe cuantos años tuvo la mala suerte de ir a toparse con el diablo en una taberna en la noche de brujas. Jack que tenía merecida fama de borracho, a pesar de su estado todavía fue capaz de engañar al diablo para que a cambio de su alma le invitase a la última copa. El diablo se transformó en la moneda con la que debía pagar al camarero. En vez de hacerlo, Jack la puso en su bolsillo, donde tenía una cruz, cosa que no permitió al diablo regresar a su forma natural. Jack no dejaría ir al diablo hasta que le concedió no volver a pedir su alma en los próximos 10 años. El diablo no tuvo opción. Pasados los 10 años, se reunieron en un campo. El diablo iba preparado, pero de nuevo Jack fue más rápido y le pidió al diablo que le acercase una manzana de un árbol cercano. El diablo pensó que no tenía nada que perder y saltó a la copa del árbol donde sin que se diera cuenta Jack había gravado una cruz. El diablo no pudo bajar del árbol hasta que aseguró a Jack que no pediría su alma nunca más. Al morir Jack al cabo de unos años, con su trayectoria personal no estaba para ir al cielo, pero cuando intentó entrar en el infierno, lo tuvieron que enviar de vuelta ya que el diablo no podía tomar su alma.
¿A donde iré ahora se lamentaba Jack? Vuelve por donde viniste le dijo el diablo. El camino era terriblemente oscuro y el diablo le lanzó un pedazo de carbón ardiente del mismo infierno para guiarlo en la oscuridad y Jack lo puso en un nabo que se iba comiendo para que no se apagase con el fuerte viento. Así quedó condenado a vagar por las tinieblas eternamente. En los pueblos de origen céltico se convirtió en tradición vaciar nabos y poner en ellos carbón para iluminar el camino de regreso a sus difuntos al mundo de los vivos a la vez que les brindaba protección contra los malos espírutus.
Es un manjar que ha propiciado cuentos e historias mágicas dada su extraordinaria forma y color como la carroza de Cenicienta entre otros.
Además de las propiedades mágicas de la calabaza, se caracteriza por ser una verdura extremadamente saludable y aconsejable. Nuestra calabaza de hoy, destaca por encima de otros ya que tiene muy baja cantidad de calorías, alta presencia de agua y un cantidad de fibra digna de tener en cuenta.
Estas características la van a hacer especialmente indicada en casos de estreñimiento o en casos de retención de líquidos.
A su vez el alto contenido en fibra la van a convertir en un alimento muy saciante a la vez que posee mucílagos ideales para el correcto funcionamiento del tránsito intestinal.
También aporta vitaminas y minerales entre cuyas vitaminas encontramos A, E y C junto con un importante aporte de antioxidantes y aporta así mismo magnesio, calcio, potasio, hierro y fósforo. Es de utilidad para ayudar a regular los niveles de glucosa en sangre.
Como no queremos daros calabazas, aquí os dejo con las superaportaciones de Cuinejar y Andana enoteca.
Gracias Laura y Paloma.
Haz click aquí para ver las recetas de Laura:
Crema de carbassa amb poma i gingebre
Pollastre amb carbassa i canyella
Pastis de pastanaga, poma i carbassa
Aquí el maridaje de Paloma:
Vist les grans propietats de la carbassa, jo vull que em donin carbasses. Molt interessant, Marga. I molt bé les receptes de Laura i el maridatge de Paloma. Un encert.
Gràcies Maria, ens apuntem totes a la carbassa.
Petons