El pasado 1 de septiembre experimenté el poder del grupo al meterme en un reto, en un reto de orden. Anteriormente, nunca había experimentado lo que es hacer algún tipo de actividad o reto (es decir, que no es por gusto) en grupo.
A todos nos suena y está muy de moda. Pero, hay que tener valor para decidir pensar que el desorden en cualquier campo de nuestra vida puede llegar a ser perjudicial incluso para la salud.
Consumimos, acumulamos, nos apegamos a los objetos y los acumulamos sin ser ni conscientes de que lo estamos haciendo y mucho menos de «para qué». Regalos, compras absurdas, souvenirs, pruebas médicas de hace siglos…
El reto de orden
El reto de orden, aparentemente inofensivo, se trataba de sacar de casa 1 cosa el día uno, 2 el día 2 y así sucesivamente. Al decir sacar de casa me refiero a tirar, regalar o vender. No es fácil ni se puede parar cuando uno quiere. El día 30 todo está patas arriba.
Al tener espacio en las casas empeora todo…
El poder del grupo
El poder del grupo, desconocido para mí, ha sido la honradez de ir colgando las fotos de cada día.
La fuerza que tiene el ver que al final la mayoría caemos del mismo lado… entrañable ver bolsas y bolsitas. Cajas, cajitas y cosas absurdas que todas hemos ido sacando de casa «sin piedad».
Resultados y conclusiones del reto
Los resultados son sorprendentes ya que nos pone frente a frente con nuestras creencias y va mucho más allá del simple reto de orden.
Eso sí, hay que seguir. Ganamos tiempo, asertividad y control sobre nuestro día a día.
Antes de apuntarme a este reto del 1 de septiembre teníamos ya programada una charla en la consulta sobre el tema. ¿Casualidad? Creo que el orden me busca desesperadamente…
El interés de la gente no ha hecho más que confirmar lo que ya sabía. Tenemos demasiado de todo y hemos de gastar más en cuidarnos en vez de rodearnos de cosas. Más hacia el interior en lugar de hacia el exterior. ¿Qué te parece?
Lectura recomendada «La magia del orden» de Marie Kondo.
Mar Ferre · Ordenterapia · www.marferre.com
Totalmente de acuerdo con esta frase «Tenemos demasiado de todo y hemos de gastar más en cuidarnos en vez de rodearnos de cosas. Más hacia el interior en lugar de hacia el exterior».
Yo también me apunté al reto, aunque había días que tiraba más y otros menos. Pero finalmente conseguí vaciar de cosas absurdas mi pequeño piso.De todos modos, otra repasada no le irá mal.
Animo! Puedes dar otra vuelta.
Gracias Margarita por tu artículo. Y estoy muy de acuerdo contigo en que tenemos demasiadas cosas. Como todo proceso, esto es sólo el principio porque este es un camino que te va a traer cosas sorprendentes. No se trata solo de eliminar para simplificar tu vida, si no que el objetivo último es tomar consciencia de qué es lo que necesitamos en realidad y que eso se traslade a nuestros hábitos de consumo.
Hola Mar. Ahí vamos, aunque no sea fácil después de tantos años.
Está claro que el mundo nos pide que simplifiquemos a todos los niveles y lo más inteligente será ir haciéndolo.
Gracias por todo y seguro que me reengancho pronto.
Un abrazo