Hay preguntas que nos plantean a los acupuntores que sin duda son las mismas para todos y que las hemos explicado una infinidad de veces como la de que si las agujas son dolorosas…
En primer lugar para tranquilizar al personal diremos que no tienen nada que ver con ningún tipo de aguja que hayáis conocido hasta ahora. Ni con las de las inyecciones, que pueden traer a más de uno malos recuerdos, ni a las de los análisis que van a la vena y sacan sangre, ni mucho menos a ninguna aguja de uso no sanitario.
Las agujas de acupuntura son de grosor de un cabello y flexibles para su correcta manipulación y aplicación. No hay ninguna lesión de los tejidos al insertarla y muy pocas veces sale una gota de sangre.
Es importante como en cualquier cosa la destreza del profesional que las manipula y también ayuda la actitud del paciente ya que si lo has de perseguir estará tenso y le dolerá más.
Hay diferentes escuelas y maneras de puntura. Podemos buscar el Qi o sensación de aguja por parte del paciente y aquí si van a notar más cosas.
La sensación de aguja por el paciente se puede manifestar de varias formas. En algunos casos notan una ligera subida de la temperatura de la zona, presión, hormigueo, algunos pocos pueden notar frío y otros no notan nada.
Evidentemente sentir dolor durante el tratamiento es desagradable y lo hemos de evitar siempre.
En la antigüedad el grosos y la calidad de las agujas era bastante más deficitaria, cosa que sin duda producía más dolor.
En épocas que no era todo el material de un solo uso, a veces los pacientes se las llevaban para hervir en casa, con el consiguiente despuntado de la aguja, cosa que aumentaba el problema.
En la actualidad son de muy buena calidad y los pacientes quedan sorprendidos después del primer tratamiento ya que siempre en mucho menos molesto de lo que han esperado.
Las dejaremos colocadas habitualmente durante 20 minutos y conseguiremos una relajación profunda.
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