Dicen que con la edad cada año pasa más rápido y desde luego parece ser cierto, ya es de nuevo Navidad. Llega la época navideña con todo lo que implica y lo que remueve en muchas personas. Existen aquellos que se manifiestan anti navideños y, en el lado opuesto, los enloquecidos de las fiestas.

Es igual, no hay opciones buenas ni malas.

Un balance del año

Lo que no es cuestionable es que ha pasado un año más y hacemos un balance del año. A bien seguro este año ha tenido cosas buenas y otras que queremos olvidar con celeridad. Las malas nos pesan y las recordamos con intensidad. Las buenas nos las merecemos, ¿verdad? Vale la pena hacer el esfuerzo de recordarlas al hacer balance.

Propósitos para el año nuevo

Este año, una vez más, haremos propósitos para el año nuevo.

Solo una cosa veo cada vez más clara y diáfana: no hace falta hacer propósitos de algo que no estemos firmemente convencidos de que queremos y podemos cumplir. Y hacer todo lo posible para lograrlo.

Solo con desear propósitos no es suficiente. Le hemos de poner fecha y dejar de ser un deseo para convertirlo en una misión a cumplir. Seguro que tienes deseos que pasan de la lista de un año al siguiente.

Haz una lista con tus propósitos

Haz una lista con tus propósitos para el nuevo año pero antes de hacerla es conveniente y necesario ser honrados con nosotros mismos. Esto, con el paso del tiempo, ha de ser menos complicado. Las prioridades van cambiando y lo que era importante tiempo atrás puede dejar de serlo, eso está bien.

Reúnete contigo mismo, reflexiona, quiérete con tus imperfecciones y limitaciones y entonces ya puedes hacer tu lista de propósitos.

Todos los logros tienen consecuencias y mueven cosas en nosotros mismos y en el entorno cercano. Nuestros propios miedos nos boicotean. Identifícalos para conseguir tu propósito.

No tener propósitos también es una opción

No tener propósitos también es una opción, si a pesar de todo no quieres cambiar nada tampoco te preocupes. El fin de año y las listas se pueden hacer cualquier día del año y “virgencita, virgencita que me quede como estoy” si no quieres hacerlo. Te ahorras ponerlo en la lista de propósitos para el nuevo año y menos decepciones y autoflagelo.

Mucha salud y gracias por estar aquí.