Un mes más aparece en la revista “Más mujer Canarias” un nuevo artículo de la Dra. Margarita Legorburu.
Corresponde a la edición Nº5 de los meses de julio y agosto del 2015.
El artículo se llama “Doctora, me voy de viaje”:
Los tratamientos de acupuntura tienen cierta fama de lentos, debido al desconocimiento de como funciona esta técnica. Cierto es, que consultan más los pacientes con patología crónica que han probado mil terapias antes de venir.
La realidad de la «patología de verano» es muy diferente. Nadie quiere ir de vacaciones encontrándose mal y aparece un gran surtido de casos agudos y urgencias.
Acabando el curso más mal que bien de fuerza y energía a base de adrenalina y cortisol, ir de vacaciones puede ser otro reto.
Empiezan las llamadas sin variar año tras otro: llevo meses con una especie de dolor que baja por la pierna… y acabo de reservar un vuelo de 6 horas y no se si lo podré aguantar, me voy pasado mañana y tengo una neurálgia en la cara… ¿Podemos hacer algo?, lumbagos inoportunos que han ido empeorando las ultimas semanas hasta que días antes del esperado viaje se hace imposible ponerse de pie, tortícolis que se ha ido agudizando con el aire acondicionado de la oficina, pero que con los fines de curso de los niños la he ido dejando hasta comprobar en la peluquería que no podía poner la melena en el lavacabezas, tendinitis que hace tiempo van molestando, pero ahora se hacen intolerable el dolor del codo y no me veo capaz de estirar la maleta por aeropuertos y transbordos, mareos inadvertidos que han dado lugar a crisis de vértigo que solo pensar en un desplazamiento aumentan las ganas de vomitar…
Esta es nuestra realidad en la consulta durante el mes de julio. Nos piden milagros y a poder ser rápido. No importa si han de venir tres veces a la semana, la entrega es absoluta.
Chicas, vale la pena no llegar a este punto. Empecemos a escuchar los síntomas antes. Si hemos acabado el curso sin energía no esperéis a la semana antes de vacaciones para buscar ayuda.
Cuando las obligaciones y dificultades son muchas nuestro cuerpo y cerebro están diseñados para no parar, lo cual no quiere decir que estemos bien. Estamos consumiendo las reservas de energía y esto pasa factura como el no dormir o no comer. Al parar la actividad trepidante, caemos en picado juntamente con las hormonas que nos sostenían.
Hemos de aprender a interpretar los indicios que nos envía nuestro cuerpo y tratar de cuidarnos en esa fase complicada para no caer después.
Vivimos el día día en muchos casos, como una gran carrera, pero sin los cuidados de los deportistas.
Siempre animo a los pacientes a no dejar los tratamientos durante la vorágine final del trimestre, y es cierto que los que los siguen el consejo consiguen un resultado diferente.
Todavía estáis a tiempo de poneros a punto antes de vacaciones y no se trata de operación bikini, sino por dentro que es mucho más importante aunque menos visible.
«Recuerda, nadie se puede cuidar por ti»
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