Los senior: Nueva categoría de nombre glamuroso.
Los que hace unos años eran casi la tercera edad (dada la esperanza de vida) ahora son un grupo grande de gente, en bastante buena forma, y susceptibles de gastar en una infinidad inusitada de cosas/ experimentos.
Una de las ventajas de los seniors, es que como la gran mayoría no están para tirarse en parapente (aunque algunos si), pero si con ganas de conocer, innovar y sacar el máximo partido a la incierta existencia son «target» ideal (antes de llamaba clientela) de un gran número de actividades sociales y lúdicas. Catas de vinos, visitas guiadas a lugares insospechados, copas de cava en compañía de Perico de los palotes, viajes relámpago a ver «vete-a-saber-que», presentaciones de libros imposibles de autores de todo tipo, cursos de como hacer «hummus» de varias texturas, talleres de como impartir cursos y de como llenarlos, huertos urbanos verticales, horizontales y de remedios de la abuela, bailes de todos los colores y procedencias, cursos de lectura y de escritura, de circo y de hacer bolillos entre otras cosas mil. De feminidad consciente, de como encontrarla y como conservarla, de seducción, de como hablar en público y cursos de silencio. Y es que vamos a vivir mucho y tenemos de todo. Ahora se lleva consumir experiencias.
A mi de vez en cuando se me hace un poco un nudo en el estómago o en el cerebro depende del momento. Nos insisten hasta la saciedad con que la vida a los 50 es lo más, que antes era un ensayo, que los 60 de antes son los 50 de ahora y todo lujo de frases similares claramente incitando a sobreponernos al inexorable paso del tiempo. Por otro lado vemos las agencias de viajes que a partir de 55 años ya te ofrecen viajes con descuentos para mayores y ahí empieza el chirriar de dientes cuando te reconoces entre los que se pueden beneficiar del ansiado descuento.
A los 50 estas emprendiendo alegremente y bailando con las amigas con más ímpetu que tus hijas. En 5 años el estrés brutal que genera emprender a estas edades y desesperados de las incontables trabas de las que disfruta un autónomo, lo difícil que está cualquier negocio hoy en día y el plus que es la fascinante vida 2.0, es comprensible que a los 55 la mejor opción sea viajar en épocas de trabajo con otros cincuentones o similar.
La mayoría de estos cincuentones que se pueden fugar de la realidad a módico precio (premio a su edad) se han de dar a la fuga sin mirar atrás, ni al trabajo en caso de haberlo, ni a hijos que no acaban de ubicarse en el planeta ni a padres (un máximo de 4 por pareja, aunque se ven casos de 3-4 con una persona sola por fallecimiento del cónyuge) .
Confirmado: los de 80-90 está claro que viajan menos, pero la esperanza de vida se alarga por segundos. Aprovecha! La cuarta y quinta edad nos espera.
Este desasosiego por viajar a donde sea, se entiende perfectamente. Es más ¡se necesita!
Sabemos que la vida es bella, y lo bello que es vivir, estamos agradecidos y disfrutamos el aquí y el ahora,¿¿ no?? Pero hay días que lo que realmente sentimos dolor al ver a los padres tan mayores y tan mermados en sus capacidades físicas y/o mentales, a los amigos cada vez más cercanos luchando contra enfermedades y discapacidades cada vez más feas y frecuentes, que esto es un campo de minas y que cada año que pasa tenemos las minas más cerca.
Así que: «Carpe diem» y a viajar.
Mientras el cuerpo aguante, viajar es el mejor antídoto. No hace falta que sean grandes viajes exóticos. El solo hecho de poner kilómetros entre tu mismo y tu campo de minas habitual, ya es curativo. Quizás las rodillas te dolerán igual o no.
Quizás has de tener en cuenta una serie de circunstancias durante el viaje, nada más.
Pero las «tiritas para el alma» son múltiples. La ilusión antes de salir, la adrenalina de cada día ante un paisaje nuevo, sabores diferentes, olores diversos y el recuerdo al regresar, hacen que las minas propias se puedan sobrellevar mejor y poder dar soporte a las ajenas.
He visto en algún tipo de terapias para subir la moral de la gente, que les proponen preparar un viaje, aunque al final no lo hagan, por los beneficios que esto supone.
Yo prefiero que lo prepares y lo hagas. Aunque aquí lo dejes todo apuntalado a mínimos.
No queda muy claro cuantas vidas tenemos y está bien si podemos aprovechar ésta al máximo. Y si no puedes viajar, seguro que encontrarás un taller de gintónics o de sushi a tu medida.
Tal cual, Marga. Para mi, viajes o vayas a talleres de sushi, lo importante es no contarse cuentos. Gracias por las dosis de realidad 😉
Bueno Tere, la verdad es que no es fácil no hacer trampas ja gando al solitario…
Prefiero llamar a mi grupo de edad cincuentañeros.. NO quiero estar preparando viajes de Imserso con precios de descuento para los +55.
Me encanta mi edad y los nuevos aprendizajes, pero nada de hacer talleres, cursos, viajes para rellenar mi vida con temas que no me interesen profundamente, todo lo que haga tiene que ser por algo muy enfocado con mi mentalidad actual.
Dejaré los viajecitos sanadores para unos añitos más adelante, si los necesito..
Por ahora seguiré planeando mis viajes (para conocer lugares o adquirir conocimientos ) con mucho detalle, para vivir con alegría cualquier tipo de cambio, emoción, aprendizaje que me traiga la vida.
Besitos
Pues mucho mejor, la verdad.
De todas formas lo de cincuentañeros a mi me resuena a ese marketing de «forever young». Parece que hablemos de adolescentes y sesentañeros…cada uno se lo enfoca a su medida.
Besos
Si, totalmen`t cert!
Una abraçada Lourdes!
Siiii, estamos en lo mejor de lo mejor. Y a los 60 ya no me lo imagino…
Buena entrada, je je
Bueno a los 60 veremos como vamos…
Un abrazo
Las personas cincuentañeras, tenemos unas miras muy distintas de cuando teníamos 40 y pocos (por supuesto que hablo desde mi situación tengo 61 años).
Hijos emancipados, podemos dedicarnos a lo que más nos gusta sin olvidar las obligaciones laborales que cada uno tenemos.
La verdad es que estoy disfrutando de la vida. Y si, viajar y cambiar de aires es muy reconfortante.
La vida son 4 dias y hay que vivirla a tope disfrutando haciendo lo que nos gusta en cada momento.
Un abrazo!
Gracias Carme.
Disfruta de la vida.
Ah!! Muchos cincuentañeros todavía tienen adolescentes y niños bastante pequeños…otra cosa que es diferente. Es lo que tiene parir a los 40!
Cambio de todos los paradigmas.
Com sempre molt be Dra de Legorburu!
No se si anar al «geriomtologo» avans de intentar el parapente aquest estiu….
Gracias Carme! Yo empezaría por » puenting»…
Petons