Puede pasar que la mejora iniciada continue aunque sea a un ritmo más lento, que se estabilice en el punto que hemos dejado el tratamiento o que poco a poco vaya retrocediendo y empeorando de nuevo.

Mientras haya mejoría, aunque sea lenta, es aconsejable continuar el tratamiento.

Una vez se estabiliza o se soluciona, vamos espaciando las sesiones hasta llegar a dar el alta. En algunos casos necesitaremos un mantenimiento.

No es raro que el paciente abandone en una o dos sesiones, cosa que hace imposible una mejoría. Estamos ayudando al organismo a regenerarse sin administrar ninguna sustancia externa. Necesita su tiempo.

Es comprensible que cuando una persona ha visitado a un sinfín de especialistas y terapias varias tenga prisa, pero ésta va totalmente en contra de obtener un buen resultado.