La autoestima siempre ha sido importante. En la época que estamos pasando es indispensable.
Tenemos una nueva colaboración de Montserrat Benavides que se quedó sin salir… parece que desde otra vida.
Muchas gracias y un honor que nos sigas acompañando.
La autoestima está de moda, se habla en RRSS, se hacen talleres, charlas.
¿Por qué crees que es?
¿Es algo innato? y ¿si no la tienes, no hay nada que hacer?
¿Realmente es tan importante?
¿Qué impacto tiene en tu vida?
¿Es un tema que afecta solo a nivel emocional?
Sigue leyendo, si el tema te interesa y quieres saber qué puedes hacer para mantener tu autoestima sana.
Seguro que ya sabes que la autoestima es la capacidad de valorarte a ti misma simplemente por Ser.
Independientemente de que seas alta o baja, flaca o gorda, rubia o morena, introvertida o extrovertida, más o menos inteligente, valiente o cobarde, simpática o antipática. No importa, tienes un valor intrínseco.
Simplemente por lo que eres. Con todas tus cualidades y todos tus defectos. Porque eres un ser que tiene un lugar en este mundo. Sin ti, este mundo sería diferente.
Sin cada una de nosotras, este mundo sería otro mundo.
Puedes pensar que estoy exagerando, pero no es así.
Piensa en tus padres, hermanos (si los tienes), amigos, compañeros de trabajo, pareja/s y todas esas personas con las que has tenido algún tipo de relación a lo largo de tu vida.
Si tú no hubieses existido, todas esas experiencias en común no estarían, no habrían tenido lugar, independientemente de que puedas ponerle la etiqueta de buena o mala.
Simplemente no sería.
Así pues dime tú ¿cuál es tu valor?
Hace poco propuse un Reto a un grupo para trabajar la Autoestima y el estrés.
Se trataba de en un grupo de wasap en el que les iba proponiendo cada día un ejercicio para trabajar individualmente aspectos como el diálogo interno, las creencias que mantienen los pensamientos y mensajes destructivos y cómo transformarlo en algo útil.
Y ¿qué tiene que ver con el estrés? Te puedes preguntar.
Alguna de las participantes también se hacía esta pregunta pero finalmente descubrió a través de su propia experiencia la estrecha relación que tienen.
Porque el enemigo está dentro. Sí, es como cuando hay un espía en una organización y nadie lo sabe.
Tu eres tu propio “topo”.
Por supuesto hay factores externos como el ambiente del trabajo, las prisas que todo el mundo tiene, la exigencia por llegar a todo, y hacer más en menos tiempo.
Pero si tú permanentemente, 24h al día, con tu diálogo interno te estás enviando mensajes del tipo:
- Que mal lo has hecho
- Seguro que no consigues llegar a tiempo a la reunión.
- Otra vez te has vuelto a equivocar como siempre
- Nunca le paras los pies a tu jefe cuando te encarga tareas que no puedes asumir
- Deberías de organizarte mejor porque vas apagando fuegos
- Te falta más determinación
- Estás desatendiendo la casa y no puede ser, deberías tenerla en condiciones
- Que desastre que eres
- No aprenderás nunca…
Y además como no estás cumpliendo con tus expectativas, te exiges más y más.
A esto hay que añadir que, por supuesto, esperas que alguien venga a darte una palmadita en la espalda reconociendo toooodo el esfuerzo y dedicación.
Y si esto no ocurre ¿cómo te sientes?
Pero la pregunta es ¿Cuándo te das tú esa palmadita?
Si esperas que TODO venga desde fuera, vas a estar a merced de los demás. Intentando satisfacer sus necesidades, sus demandas y eso, te aseguro, genera mucho estrés.
“Nadie puede hacerte sentir inferior sin tu consentimiento” Eleanor Roosevelt
¡Cuanto poder les estás dando!
Así que tu felicidad o infelicidad depende de ellos.
Por eso digo que tu eres tu propio Topo. Tu generadora de estrés y baja Autoestima.
Pero ¿qué es consecuencia de qué?
Si tu Autoestima anda floja, es porque no reconoces ni valoras lo que haces y dependes de la aprobación exterior y eso va a hacerte sentir incapaz, menos válida, torpe, lo que sea menos estupenda.
Tu estado mental y anímico no te ayudará a ponerte en marcha, afrontar las dificultades u obstáculos de la vida diaria con confianza. Es decir, te sentirás insegura y desbordada en muchas ocasiones con lo que tu estrés irá aumentando.
Y entrarás en una espiral que se retroalimenta.
También puede ocurrir que como nunca es suficiente, tu exigencia hacia ti misma sea brutal y con ese querer hacer más llegues a la extenuación porque no hay momento para parar.
Cómo lidiar con tu topo generador de estrés
Empieza por revisar ese lenguaje que utilizas contigo misma, esos pensamientos que te asaltan durante todo el día.
Porque nuestra mente es así, funciona de esa manera, está en continuo movimiento generando mensajes que te llevan a la desesperanza, crispación, desánimo.
Lo peor de todo es que en la mayoría de ocasiones vas en piloto automático con lo que no eres del todo consciente de lo que te dices o te das cuenta cuando el daño ya está hecho.
Se trata de ser consciente de eso que te dices para poco a poco transformarlo.
Es sencillo aunque no fácil.
Revisa tu diálogo interno
1.- Transforma los DEBO en QUIERO o ELIJO.
Empieza por llevar la atención a las frases que empiezan con DEBO.
El cambio es brutal. Porque, si puedes elegir, si realmente quieres, la presión se desvanece. Deja de ser algo impuesto por obligación. Puede que sea una obligación que viene de fuera y hemos hecho ya propia y no nos la cuestionamos.
Las madres deben….
Una buena profesional debe….
Para tener éxito se debe….
¿Realmente es así? ¿Lo crees de verdad?
Cuestiónate a ti misma para descubrir qué es lo que verdaderamente crees, piensas y sientes.
2.- Es No PUEDO o NO QUIERO
Estas dos palabras nos conectan con la incapacidad, el sentimiento de no estar suficientemente preparada, no ser capaz de.
¿Es totalmente imposible?
Y si dices, NO QUIERO.
Te permite elegir, decidir. Tú eres la que toma el mando. Porque no te gusta, porque prefieres priorizar otra tarea, o invertir tu tiempo en otra actividad o estar con otras persona/s.
Reconociendo que No Quieres, pones un límite ya sea a tu propia exigencia, a alguien o una situación externa.
Y si te tiembla la voz al decirlo o solo el pensarlo te produce escalofríos, tira del hilo porque ahí hay algo que tienes que revisar y hacer consciente para poder lidiar con ello.
Puede tratarse del miedo que produce el hacer algo diferente, el confrontar, el responsabilizarte de tus actos, el ser juzgada, investiga qué es.
¿Qué necesita tu autoestima?
Tu autoestima necesita que la cuides, la cultives, le prestes atención a través de lo que te dices a ti misma, de lo que haces cada día.
A lo largo del día tienes multitud de oportunidades para preservarla y honrarla.
Porque si en tu vida lo que predomina es el DEBO, la exigencia, el no estar satisfecha con nada o casi nada de lo que haces, dime si esa actitud, ese comportamiento, no te va a llevar a la extenuación y a sentirte desbordada.
Si lo que te ocurre es que te escudas en el No Puedo, estás alimentando tu sentimiento de no ser capaz, no saber suficiente o no estar preparada. Te cuesta decidir, poner límites, reconocer tus propias necesidades y deseos.
Esa manera de tratarte te va a impedir avanzar, atenderte, cuidarte, sentir confianza en ti misma. Y eso te llevará a sentirte sobrepasada en muchas situaciones de tu vida diaria.
Son dos maneras distintas de funcionar que están muy arraigadas pues se gestaron en la infancia y han ido creciendo y fortaleciéndose a lo largo de los años.
Es un patrón de conducta que puedes cambiar si QUIERES.
Para ello el primer paso es poner atención en ese topo interno y descubrir cómo actúa. Qué tipo de mensajes envía continuamente y detectar cuál es tu patrón habitual. El que predomina en ti.
La meditación te puede resultar una herramienta muy útil para ser más consciente de ese tipo de pensamientos y detectarlos más rápidamente.
A partir de ahí es ir transformando ese diálogo interno los DEBO por ELIJO y los NO PUEDO por NO QUIERO.
Ahora es el mejor momento para dar el primer paso.
Si te ha parecido útil o quieres dejar un comentario, será un placer leerte.
Montserrat Benavides Romero
Acompaño a mujeres que desean cambiar su historia para conseguir calma y
tranquilidad en su vida.
Psicóloga (colegiada: 2359)
Formada en Movimiento Expresivo
Terapeuta Corporal, Master en Ludoformación,
Practitioner PNL, Instructora de Firewalking
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