Conocemos por estrés un conjunto de síntomas y signos muy variados y que se presentan de diferentes maneras en cada persona que los sufre.
No a todos afecta de la misma manera ni con la misma intensidad. Podemos ver desde migraña o dolores de cabeza debidos a la tensión, insomnio, transtornos del carácter, disminución de la líbido, dolores musculares (generalmente de espalda), cansancio exagerado, tendencia al desánimo, mareos y otros síntomas que no se pueden llegar a justificar con ninguna prueba médica.
Es uno de los males más en auge en la sociedad actual -evidentemente en el primer mundo-.
Muchas veces nos programamos más cosas de las que podemos a nivel físico, pero también a nivel mental, y eso cuesta más darse cuenta. Nos vamos sobrecargando de esfuerzo mental, físico y/ o de responsabilidades y con el tiempo el cuerpo pasa factura y aparecen los síntomas anteriores. Milagros no podemos hacer, pero con una buena gestión del tiempo y una programación lógica de las cosas, se mejora mucho el panorama.
Si ya han aparecido síntomas, a parte de reprogramar las actividades, que es urgente, la ACUPUNTURA nos ayuda a recobrar el perdido equilibrio.
Con un tratamiento de ACUPUNTURA podemos conseguir que remitan estos síntomas tan molestos y nos ayudará a retomar nuestra rutina con más calma.
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