El yoga durante el embarazo es un gran aliado. Tere Puig nos explica en este artículo cuales son sus principales ventajas para la mujer embarazada.  Gracias Tere.
 

La variedad de técnicas que engloba el yoga son tan amplias que uno nunca tiene muy claro a lo que va cuando decide ir apuntarse a clases. Algunas prácticas inciden más sobre el sistema músculo-esquelético, otras sobre el sistema nervioso u hormonal, etc. Y en el plano mental o emocional pueden estar más enfocadas en dar mayor energía, o en aumentar la capacidad perceptiva, o en generar mayor serenidad, por ejemplo.

Lo más prudente es averiguar qué objetivos tiene la técnica que se decide aprender y practicar. Aunque esa averiguación, muchas veces, pasa por empezar a practicar con constancia y observar los efectos que nos produce antes de decidir continuar.

En estas líneas definiré brevemente y con la mayor claridad posible los objetivos de la práctica que proponemos desde Nacer Crecer.

Trabajamos aplicando la Anatomía Experiencial a dos técnicas de yoga: Hatha Yoga y Kundalini Yoga. Lo llamamos yoga orgánico porque su característica principal es la de servir la naturaleza y procesos de cada individuo, de cada organismo.

En nuestra propuesta la postura y el movimiento están al servicio de la persona, no a la inversa. Esto significa que nadie va a sufrir por conseguir realizar tal o cual postura. Al contrario, las posturas sirven a la persona para descubrir su cuerpo, el proceso en el que está inmersa y el potencial que tiene por desplegar.  Esto significa que el objetivo primordial es el cultivo de la percepción.

¿Qué puede aportar este enfoque a la mujer embarazada?

  • Una práctica segura. Alejándonos de los automatismos, la postura y el movimiento se adapta a cada mujer, cada bebé y cada momento de gestación.
  • Un conocimiento profundo del propio cuerpo que aumentará su seguridad tanto para gestar, como para parir y criar.
  • La capacidad de percibir y participar activamente en el diálogo corporal entre ella y el bebé. ¿Y qué es el parto sino un diálogo entre cuerpos?
  • El programa de trabajo basado en la acción sobre la dimensión visceral, el sistema óseo y el tejido conectivo permite una recuperación profunda de los tejidos, preparándolos para dar lo mejor de sí durante la gestación y el parto.
  • Las propuestas basadas en ofrecer nuevas situaciones y entornos al sistema nervioso, preparan a la mujer para vivir los cambios que se van produciendo y el parto con serenidad, curiosidad y entusiasmo.
  • La exploración del proceso respiratorio y el efecto sobre su cuerpo y estado de ánimo, la prepara para saber utilizar la respiración como herramienta en cualquier momento del embarazo y durante el parto. Ya sea para recuperarse de un esfuerzo, para aliviar un dolor, para tomar energía o para encontrar unos instantes de paz.

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¿Puede haber contraindicaciones para la práctica de yoga durante el embarazo?

Cuando haya alguna alteración en el estado de salud de la madre, la práctica del yoga debe adecuarse. También en embarazos gemelares algunos ejercicios se deben limitar. La práctica del ejercicio físico se suspenderá cuando el médico aconseje reposo, en caso de parto prematuro o en fases críticas de dolor (ciática, lumbalgia…).

Pero la exploración respiratoria y el cultivo de la percepción mediante prácticas meditativas se pueden seguir practicando aun cuando las limitaciones físicas son importantes. De hecho estas prácticas pueden ser de gran ayuda si se utilizan de manera complementaria a otros tratamientos como la acupuntura, la quiropráctica, la osteopatía u otras intervenciones médicas.

¿Cuándo puede empezar la práctica de yoga una mujer embarazada?

Cualquier momento es bueno para iniciar la práctica del yoga. El primer trimestre es el más delicado en cuanto a ejercicios físicos, pero es un momento ideal para asentar y profundizar en las bases de la técnica y las actitudes a tener durante la práctica.

Recomiendo dirigirse a profesionales especializados en embarazo y que estén adecuadamente formados para atender este periodo. A partir del segundo trimestre la práctica física se puede hacer más intensa y continuar hasta el final de la gestación. Si la técnica se ha incorporado bien, la mujer continuará realizando yoga durante el parto, quizás alguna realice movimientos o posturas, pero me refiero sobre todo a la respiración, la relajación, el estado meditativo, la conexión con el bebé y la actitud de entrega y confianza.

 

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Tere Puig

Directora de Programas de Yoga para el Embarazo y la Crianza en Happy Yoga Central