El Ozono, cuando estudiaba química se reducía a ser 3 moléculas de oxígeno. No sabíamos que podía ser de utilidad. Actualmente los tratamientos con ozono se aplican para patologías diversas.

Hoy la Dra. Mónica Vilató del Institut Vilató nos explica una de las aplicaciones más sorprendentes: para las micosis vaginales recurrentes (hongos que van repitiéndose).

Gracias Mónica.

 

La candidiasis vaginal es un problema que afecta al 75% de la población femenina en algún momento de su vida.

¿Qué es la vulvovaginitis?

La vulvovaginitis es una infección en la vagina que provoca irritación y picor junto a inflamación del área genital. Se suele acompañar de flujo vaginal maloliente. El diagnóstico se realiza mediante la historia clínica, la exploración física y el cultivo microbiológico de una muestra tomada a nivel vaginal. Existen múltiples patógenos que pueden producir esta infección pero el 90% de estas infecciones están causadas por la bacteria Candida albicans.

El 5% de las mujeres con vulvovaginitis desarrollaran una candidiasis vulvovaginal recurrente. Es decir, cuatro o más episodios de candidiasis vulvovaginal durante un año.

Existen múltiples teorías que intentan explicar por qué ciertas mujeres desarrollan la candidiasis vulvovaginal recurrente pero ninguna está confirmada.

Lo cierto es que esta patología representa un reto médico. Se estima que provoca diez millones de visitas anuales y es el principal motivo de visita en los servicios de ginecología.

Tratamientos hasta ahora

El tratamiento de elección, hasta ahora, era la toma de un antifúngico por vía oral o vaginal durante 6 meses. Tras el mantenimiento, menos del 90% de las pacientes no padecieron una recurrencia de la enfermedad.

Pero este tratamiento no está exento de inconvenientes. El primero es la duración del tratamiento. Al ser un tratamiento a tan largo plazo dificulta el seguimiento por parte del paciente. Especialmente, cuando la paciente se encuentra sintomática. El segundo es el coste del mismo. Un estudio realizado en Estados Unidos estima el gasto en tratamientos antifúngicos en 250 millones de dolares. Se encuentra entre los diez productos “best-sellers” del país. Y el último inconveniente pero no menos despreciable son los efectos secundarios de estos fármacos. Entre ellos, se encuentra la resistencia a los antifúngicos, la irritación local y más raramente la cefalea y las reacciones de hipersensibilidad.

¿Qué aporta la ozonoterapia?

La ozonoterapia es una importante alternativa a considerar. La experiencia en este campo es amplia. Y múltiples especialistas mundiales en ozonoterapia lo utilizan en sus consultas con excelentes resultados.

El ozono es un bactericida reconocido usado para este fin desde la primera guerra mundial. Además es un potente antioxidante que favorece la desinflamación y cicatrización de la zona afectada. En el caso de la vulvovaginitis candidiásica se puede aplicar por vía tópica con aceite ozonificado y/o por insuflación directa a la vagina.

Al eliminar todo tipo de infecciones a nivel local y favorecerla regeneración de la mucosa se convierte en un componente indispensable para el tratamiento antimicótico y antimicrobial sin efectos secundarios, ni dolor y más económico que los antibióticos.

Es un sistema seguro, económico y con capacidad de un ajuste personalizable para esta patología.

 

Dra Mònica Vilató. Nº Col. 390671

Cursó sus estudios de medicina en el Hospital Clínic i Provincial de Barcelona. Consiguió su título de especialista en Medicina de Familia y Comunitaria.

Hace más de cinco años, tras formarse como experta en ozonoterapia por la Universidad de Sevilla, se incorporó a la unidad de Neurocirugía de la Clínica Corachán.

Actualmente, es la coordinadora del Intitut Vilató en la Clínica Corachán.

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