Salud:
Estado de equilibrio que se mantiene por la capacidad del organismo de adaptarse a los cambios de su entorno. El cuerpo humano es un sistema biológico animado por un flujo continuo de energía que conocemos como Qi. Esta energía o Qi, circula por unos circuitos descritos, que no se superponen ni a venas, arterias ni nervios, que conocemos como canales o meridianos. Estos meridianos que transcurren por todo el organismo,forman una red energética que regula la función de los órganos y la circulación de la sangre. Enfermedad: La interpretamos como una “crisis” provocada por la dificultad o imposibilidad de adaptarse al entorno. Puede ser causado por un exceso de actividad física o mental,alimentación insuficiente o incorrecta, dificultad en las relaciones personales, cambios de clima… Cualquiera de estos factores puede producir un problema el la circulación del Qi. Si esta dificultad se prolonga durante mucho tiempo, impide al organismo recuperar su equilibrio. Si esto sucede aparecerán los síntomas. Diagnóstico: Hemos de determinar el tipo de desequilibrio y su localización. Es un diagnóstico eminentemente clínico, valorando en gran manera la forma en que el paciente describe sus síntomas. Valoraremos el aspecto del paciente, su tono de voz, su piel y nos podemos ayudar de los pulsos y el aspecto de su lengua. Tratamiento: Lo podemos realizar por diferentes métodos. La manera más frecuente será estimulando los puntos de acupuntura. Están repartidos por todo el cuerpo y conectados entre ellos por los meridianos dentro de los cuales circula la energía o Qi. El objetivo es restablecer el equilibrio devolviendo la normalidad al flujo del Qi. Equilibrando el Yin y el Yang. Lo haremos mediante agujas, moxas, ventosas, digitopresión o cualquier técnica asociada.
Esto sería la base de un diagnóstico energético. En ningún momento vamos a desestimar los diagnósticos occidentales. Habitualmente haremos en primer lugar una historia clínica personal y familiar a la manera occidental y después la historia clínica energética. De esta forma podemos tener una visión global de nuestro paciente y decidir como lo vamos a tratar complementando con lo que sea necesario en cada caso.
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